El horizonte se va despejando en el Real Mallorca de cara a la próxima temporada. Miquel Àngel Nadal ha abandonado la dirección del club, convencido de que no iba a recuperar el protagonismo que tuvo antes de que el grupo norteamericano liderado por Robert Sarver asumiera las riendas.

Es posible que no sea un adiós definitivo y el manacorí encuentre acomodo ejerciendo alguna tarea de representación o dentro del área deportiva, pero eso ahora mismo no es ninguna prioridad para Maheta Molango. Sí lo es contratar a otro director deportivo. Hay varios nombres sobre la mesa y el Mallorca espera cerrar el fichaje lo antes posible para que empiece a planificar la próxima temporada.

De momento la figura con más jerarquía del organigrama deportivo es Gabi Vidal, en quien Molango tiene depositada mucha confianza. De hecho, en febrero le nombró jefe de ojeadores del Mallorca.

La marginación de Nadal en la entidad se puso de manifiesto en el pasado mercado de invierno, cuando Molango asumió el liderazgo de todas las operaciones deportivas. El consejero delegado fue el que decidió todas las altas y las bajas, y negoció personalmente los seis refuerzos que llegaron al club durante aquel mes de enero.

El manacorí, que ni siquiera apareció en las presentaciones de las nuevas contrataciones, ha dejado que pasara la temporada y el Mallorca consumara la permanencia para dar el paso y hacerse a un lado.

Sin el paraguas protector de Utz Claassen, que le nombró para el cargo cuando reunía la mayoría accionarial de la entidad, el manacorí había quedado en una situación casi imposible dentro del club. En los últimos meses se había desplazado para ver a algún jugador en directo que pudiera ser interesante para el próximo proyecto, pero había perdido mucho peso en el área deportiva.

La gestión de Nadal al frente de la secretaría técnica será recordada por la errática planificación deportiva que llevó a cabo junto a Claassen el pasado verano. Ambos firmaron a una quincena de futbolistas, la mayoría de los cuales no rindieron, y el Mallorca acabó salvándose en la última jornada después de completar una pésima temporada.

El ya exdirector deportivo ha quemado una etapa más en la entidad balear, donde ha sido futbolista, accionista, ayudante de entrenador y hasta técnico durante un partido.

Está por ver si encuentra un nuevo encaje en el club o esta ha sido su última aventura en la institución mallorquinista.