Fernando Vázquez pronunció un discurso comedido a pesar de haber logrado la salvación. "Lo que hay que celebrar al final es el objetivo cumplido porque hay que ver la situación en la que se está. La alegría es asumible, uno tiene que estar contento, pero no mucho más allá", dijo en la sala de prensa del Nuevo Zorrilla. El entrenador insistió en su idea de no sacar pecho. "Es una alegría contenida porque nosotros aspiramos a cotas más importantes. Es motivo de satisfacción lo que ha pasado hoy-por ayer- y lo celebraremos con un buen vino, pero ya está", subrayó.

Preguntado acerca de si había hecho méritos para continuar en el banquillo del Mallorca, el gallego evitó responderla. "Es que eso no lo tengo que valorar yo", se limitó a decir. El preparador agradeció a los aficionados que se desplazaron el apoyo durante el partido. "Llevan un tiempo ayudando mucho, están súper contentos y me gusta que se cumpla el objetivo por el que viajan", comentó.

Vázquez lamentó el mal inicio de sus pupilos. "El Valladolid nos hizo un gol y tuvimos quince o veinte minutos dudando, pero después cuando empatamos ya lo hicimos bien. Es normal, al Mallorca le iba la vida y el equipo puso por delante la responsabilidad que tenía por la situación", apuntó.

Por su parte, Biel Company, uno de los más destacados del encuentro, evidenció su alegría. "Estoy tan feliz como si hubiéramos subido", dijo el lateral, que pidió perdón al mallorquinismo por la temporada. "Les doy las gracias y les pido disculpas por el sufrimiento que les hemos hecho pasar", señaló antes de reconocer que durante el partido lo pasaron mal: "Es que había mucha tensión y esto pesa en las botas. Pero en los momentos difíciles hemos dado la cara y le podemos dar viabilidad al proyecto".

Por su parte, Damià Sabater admitió que se sentía aliviado: "No hemos cumplido el objetivo del principio de la temporada, pero nos hemos quitado un peso de encima para poder intentar subir el año que viene". "En mi vida jugaré un partido de tanta presion como este. Para los que sabemos lo que significa este escudo es el mejor aprendizaje que podemos tener", agregó.

El canterano se rindió a la actuación de Brandon Thomas. "Me toca compartir la habitación con él y el sábado le dije que haría un gol, aunque al final han sido dos. Brandon es el rey", destacó con una sonrisa. El mallorquín envió un mensaje al mallorquinismo. "Les damos las gracias porque, por ejemplo, no nos hemos merecido el recibimento de hoy -por ayer-, es para quitarse el sombrero. Y les digo que esto es para ellos", dijo.

Por último, Michael Pereira, atendió a la prensa en un tono que sonó a despedida. "Puede que sea mi último partido y haber marcado un gol tan importante me enorgullece. Ya se verá qué va a pasar conmigo, pero quiero decir que ha sido un gran orgullo jugar aquí y quiero agradecer a todos los empleados del club que siempre hayan creído en mí. Estoy más fuera que dentro. Quiero aconsejar al club que muchos jugadores son muy válidos y fiables, como Sissoko, que si le dejan escapar puede ser un gran error", concluyó convencido.