Diario de Mallorca

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Apuntes

Un centenario con salvación dramática

Ha estado a punto de ser un colofón terrorífico al año del centenario. Lo hubiera sido sin duda descender a Segunda División B, cuando el objetivo marcado en rojo a principio de temporada era volver a la máxima categoría. Conmemorar cien años de un equipo y acabar en una categoría no profesional del fútbol, hubiera empañado no solo las celebraciones de este año sino todo un siglo de historia de un club y de una afición que no se merecen tanto sufrimiento como el padecido hasta que los árbitros pitaron el final del partido de Valladolid y los de Ponferrada y Córdoba.

Nada que celebrar. Pese al alivio que nos dejó este resultado, y los errores de nuestros rivales más directos, esta plantilla tiene muy pocas cosas que celebrar y ya les quedó claro ayer cuando se acercaron a las gradas de los mallorquinistas en Zorrilla y se les recibió al grito de "mercenarios". Ha sido una temporada nefasta con final feliz. De las peores que se recuerdan desde que se cayó a la división de plata. El tiempo para saborear el alivio que se siente por no haber caído al pozo debe ser muy corto y lo que ha de abrirse ahora es un largo periodo de reflexión para discernir cómo se pueden hacer tan mal las cosas para que hayamos pasado de ser de uno de los clubes más temidos y respetados a ser un conjunto al que puede ganar cualquiera.

Poca cosa que salvar. La propiedad norteamericana del Mallorca tiene muchas decisiones que tomar empezando por determinar si Vázquez es el técnico adecuado para el nuevo proyecto, si la plantilla que tiene todavía contrato en vigor no se ha de podar convenientemente y si otros elementos del club, empezando por el director técnico y acabando por otros muchos que están detrás de él han hecho méritos para seguir. Y todo ello, partiendo de la idea de que se ha de asumir que en las actuales circunstancias somos un equipo de Segunda División y que esas ínfulas de exPrimera han de quedar para los libros del fútbol. El proyecto hay que recomenzarlo desde los cimientos.

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