Fernando Vázquez incidió en el error de siempre: dar la titularidad a Michael Pereira. Pero al menos esta vez fue capaz de rectificar en el descanso, cuando dio entrada a Brandon Thomas. El canterano revolucionó la segunda parte, buscando espacios, desequilibrando y tratando de sorprender a un rival que se sintió incómodo por primera vez en el partido. El mallorquín se sacó de la chistera lo mejor de su repertorio y puso en apuros al Córdoba, pero acabó librando una guerra casi en solitario por la poca implicación de sus compañeros de ataque.
La llegada del técnico gallego al banquillo marginó a Brandon, que durante esta segunda vuelta ha tenido que conformarse a tener un papel de revulsivo. A veces ha sido más efectivo que otras, pero casi siempre ha dado otro aire al Mallorca.
