Victoria o drama. Así de simple. El Mallorca recibe esta noche al Elche (20.30 horas) con la obligación de sumar los tres puntos para seguir en la pelea por la permanencia. Sin exagerar, estamos ante el que posiblemente es el partido más importante en los últimos 40 años de la centenaria historia del club. El partido es a vida o muerte porque solo le vale un resultado a los de Vázquez si no quiere rozar la tragedia con solo dos jornadas por delante.

Es la primera de las tres finalísimas que le esperan al Mallorca, pendiente de enfrentarse el próximo domingo al Córdoba y el sábado 4 de junio al Valladolid, en el cierre de la Liga. Y lo hará ante un rival que todavía cuenta con opciones de luchar por la sexta plaza. Está a tres puntos y su entrenador, Rubén Baraja, ya ha avisado de que van a ir a por la victoria, "porque es el único resultado que nos vale". Por lo tanto, el Mallorca tendrá que ir a por todas, consciente de que delante tendrá un rival que también se tomará el duelo como si de una final se tratara. El conjunto ilicitano llega a Palma con cuatro empates y una derrota, la encajada el pasado sábado en Córdoba. Esta racha negativa es la que le ha descabalgado para pelear en igualdad de condiciones en el tramo decisivo de la temporada. Pero está dispuesto a luchar hasta que disponga de opciones. Y la primera oportunidad le llega hoy.

Vázquez cuenta con la importante baja para este partido de Yuste. El murciano vio su enésima tarjeta amarilla en Girona, en la acción del penalti que costó la derrota al equipo. Su baja será cubierta casi con toda seguridad por Truyols, un jugador que no acaba de convencer al técnico gallego, pero a quien no le queda otra opción. En el lateral izquierdo estará Oriol, que se ha recuperado de las molestias que le obligaron a pedir el cambio en Montilivi a diez minutos del final.

Pocos cambios

El equipo será prácticamente el mismo que perdió en Girona, con la duda de quién ocupará las bandas, el gran caballo de batalla de esta temporada, entre otros muchos. Salomao y Lago, los actuales inquilinos de los extremos, no han convencido, y Vázquez podría colocar a Pereira en una de las bandas y dar entrada a Oscar Díaz como acompañante de Ortuño. En este caso, Salomao o Lago sería el perjudicado.

El Mallorca se enfrenta al rival y al miedo que provoca afrontar un compromiso de esta magnitud. A los jugadores les ha pesado la ansiedad, de ahí el pobre bagaje de puntos en los dos últimos meses. Pero sabe que, antes de empezar el partido, siguen dependiendo de lo que sean capaces de hacer. Si ganan los tres partidos, aunque ahora mismo parezca una utopía, el equipo permanecerá en Segunda. Si falla en alguno, y más en el de esta noche, ya no dependerá de sí mismo, con el riesgo que ello implica.

Gran parte de las opciones de salvación del Mallorca pasan por lo que pueda hacer esta noche. Una victoria le seguirá permitiendo depender de sí mismo mientras que un empate, y no digamos ya una derrota, puede resultar letal para sus aspiraciones. El equipo se muestra fiable en casa y hay que agarrarse a ello.