"Hay que llegar a los tres últimos partidos salvados porque se podría poner muy complicado", decían muchos aficionados hace meses cuando repasaban el calendario del final de Liga del Mallorca. Ese temor se ha convertido en una triste realidad que tiene temblando a un club que este curso celebra el Centenario más triste posible. El miedo del sábado a las 19:48 horas, justo cuando se confirmó la derrota en Montilivi ante el Girona (1-0), se convirtió en pánico tras la jornada de ayer. La victoria del Almería ante el Oviedo (3-1) deja a los rojillos fuera del descenso, que ahora ocupa la Ponferradina, únicamente por el golaverage. Los bercianos, que cayeron ante el Alavés en Vitoria (2-0), ocupan la plaza del infierno a falta de solo tres jornadas.
Esto deja sin margen de error a ninguno de estos tres equipos -los baleares tienen el golaverage a favor con ambos-, aunque hay un cuarto que todavía lo tiene más complicado. El Llagostera que hace unas semanas estaba con un pie en la Segunda B, se aferra a la vida tras el empate en Miranda (0-0) ya que está a tres puntos de la salvación. Son cuatro equipos para evitar las dos últimas plazas, ya que las otras dos serán ocupadas por el Albacete, aunque no es matemático, y el Bilbao Athletic. El Huesca, que hace dos jornadas estaba en el fuego, respira tranquilo con cinco puntos de ventaja tras su sorprendente victoria en Leganés (2-3).
El Mallorca está en coma por méritos propios. Justo cuando más debía dar el nivel, justo cuando llegaba el tramo decisivo, ha bajado los brazos. O no los ha podido levantar, que es peor. Y eso lo demuestran unos números que dejan en palabrería los continuos actos de fe que salen del vestuario de Son Bibiloni. Sin que tuviera que afrontar un calendario excepcionalmente complicado, los bermellones han perdido cuatro de los siete últimos encuentros -Zaragoza, Lugo, Albacete y Girona-, con un solo triunfo -Tenerife- y dos empates -Alavés y Osasuna-. Un balance demoledor y que ha empañado de forma sustancial los números de Vázquez, que hasta hace dos meses llevaban un ritmo de salvación holgada.
Más allá de las críticas al juego, el Mallorca, con el gallego en el banquillo, ha pasado de ir sumando puntos con cierta solvencia a entrar en una dinámica negativa que parece no tener fin. La suerte es que dos de los tres encuentros que quedan se disputan en el Iberostar Estadio, donde muestra un nivel sensiblemente mejor que a domicilio. Las matemáticas se disparan para conocer cuántos puntos necesitan los baleares para salvarse, pero todo apunta que debe sumar seis de los nueve posibles. Como mínimo.
El Elche llegará a la isla después de una derrota que le deja muy tocado en sus aspiraciones de meterse en la promoción de ascenso. Los ilicitanos cayeron ante el Cordoba (3-1) y ahora están a tres puntos de la sexta plaza, por lo que están obligados a vencer al Mallorca para seguir alimentando sus esperanzas de éxito. Los de Baraja han obtenido cinco triunfos lejos del Martínez Valero, lo que le sitúa en la media tabla en esta particular estadística. El partido se disputa mañana a las 20:30 horas, aunque el último en la isla será el del domingo a las 20 ante el Córdoba de José Luis Oltra. Los andaluces, después de un bajón en sus resultados, se han reenganchado en sus ilusiones ya que ahora solo están a un punto de la promoción. Eso sí, sus prestaciones como visitante son muy buenas ya que ha sumado siete triunfos y cinco empates, por lo que será un hueso muy duro.
La última jornada en Valladolid puede ser dramática para el Mallorca, aunque el hecho de que los pucelanos ya estén salvados, puede jugar a su favor. Lo ideal sería depender de sí mismos, aunque para saberlo todavía hay que esperar.
