Maheta Molango se sinceró ayer. Cuatro meses después de su aterrizaje en el Mallorca, el consejero delegado empieza a conocer la forma de ser de los mallorquines y, por ende, de los aficionados mallorquinistas. Y de alguna manera admitió su frustración por la escasa respuesta que está recibiendo el equipo en unos momentos en que se juega la vida. "Lo que vemos ahora es un reflejo de muchas cosas que son externas al fútbol. Al final la gente no viene al campo porque está desencantada, porque no se siente reflejada con este club, cabreada por muchas cosas y por eso voy a ver al Palma Futsal o estoy aquí. Es mi trabajo y soy un profesional. Quiero que la gente sienta que eso es suyo, que el Mallorca somos amigos, que no somos prepotentes, que somos cercanos", afirmó.

Molango, que hizo estas declaraciones en Santa Ponça, con motivo de la inauguración de la pista de hierba que acogerá en junio el WTA Mallorca Open, comentó su intención de hacer "un club mucho más integrado, dejar de ser una isla dentro de una isla y ser un poco un referente y demostrar apoyo a lo que hace la gente. Cuando llega a la isla un torneo de este nivel hay que apoyarlo. Ellos vinieron a nuestros partidos, han estado a nuestro lado y era justo que estuviéramos aquí", reflexionó el hombre fuerte de Sarver en Mallorca.

Respecto a la parte deportiva y cómo se siente después de la agónica victoria del pasado sábado contra el Tenerife, admitió que respira "más firme". "Se confirma que en casa tenemos una cierta solidez, cuando sabemos lo que tenemos que hacer lo hacemos bien. Me alegra que los chicos supieran reaccionar después de perder en Albacete. Eso te demuestra que es un tema de tener claro claro quiénes somos, a lo que jugamos y adaptarte a la categoría. Aquí no hay equipos que jueguen bien, sino equipos que compiten. Cuando estás en una dinámica así, la pelota no entra. Hay que trabajar, ser serio, nos espera un partido muy complicado en Girona y esperar que el martes (ante el Elche) la gente esté con nosotros".

Molango repitió su discurso cuando se le preguntó el motivo por la gran diferencia del equipo cuando juega en casa a cuando lo hace fuera. "El equipo es frágil mentalmente, necesita apoyo, cariño, y ha respondido más a los estímulos positivos que a los negativos. Con sus defectos y sus virtudes hay que apoyarles y después ya se verá", dijo, sin dar más explicaciones de lo que ocurrirá al final de temporada, en la que se hace imprescindible una profunda renovación de la plantilla si el curso que viene se quiere intentar el objetivo del ascenso a Primera División. Pero ahora este tema no toca. Molango se centra únicamente en la permanencia.