Cuando los equipos de arriba son casi tan malos como los de abajo es que algo está fallando en esta Segunda División que algunos pretenden vender como el paradigma de la competitividad. Claro que hay máxima igualdad: en racanería, en oportunismo y en vulgaridad. Y en estas anda el Mallorca, agobiado por saber si podrá superar la competencia del Albacete, Ponferradina o Huesca para salvar la categoría. Sobran los mensajes paternalistas a los que se ha aficionado Molango para motivar a sus futbolistas. Era más auténtico cuando sacaba el látigo que ahora que recita frases sacadas de libros de autoayuda. Qué desolación. Del año del Centenario solo se recordarán las derrotas del Albacete y la Ponferradina que salvaron al Mallorca.
La credibilidad de vázquez
La temporada también está dejando en muy mal lugar a Fernando Vázquez. El Mallorca destruye reputaciones a gran velocidad y el técnico gallego no sale indemne del deprimente papel que está protagonizando su equipo. No ha sumado ni la mitad de los puntos que ha disputado desde que llegó al banquillo pese a disponer de un arsenal ofensivo por el que matarían los otros 21 entrenadores de la categoría. Ha superado los cien días en el cargo y no se ha visto en la plantilla la huella que debería dejar un entrenador con años de experiencia a sus espaldas y varios ascensos a la máxima categoría. A ver si el año que viene hay más suerte.
Lo que faltaba por oír
El jueves se celebró en Palma el ´Encuentro con los Ases´, organizado por el diario ´As´ y ´Ser Mallorca´. Asistieron Vázquez, Molango y cuatro futbolistas del primer equipo. Respondieron a las preguntas de los asistentes durante hora y media y por increíble que parezca no se escuchó ni rastro de autocrítica por este fiasco de temporada. Al contrario, el técnico pidió comprensión para los jugadores porque "la mayoría de trabajadores no sufren la presión que ellos sufren". Menuda tomadura de pelo.
El silencio de claassen
Utz Claassen ha vendido gran parte de las acciones que conservaba con la llegada de Robert Sarver y ya solo retiene un cinco por ciento de los títulos, tal como desveló este diario la pasada semana. Ahora lo relevante es saber si el alemán seguirá siendo presidente la próxima temporada. Todo hace indicar que no, pero de momento se niega a desvelar sus intenciones -o los términos del acuerdo al que llegó con Sarver al respecto-. Claassen ha sufrido un problema de salud que le ha impedido realizar sus labores de representación en determinados momentos, pero nadie en el club entiende una ausencia tan prolongada, sobre todo cuando sí tiene tiempo para recibir premios en Alemania. Hay críticas dentro de la institución, cada vez más audibles, hacia un presidente que tampoco acostumbra a dar explicaciones. Es evidente que esta anomalía debe subsanarse la próxima temporada. Un club serio no se puede permitir un presidente ausente y un director deportivo que prioriza los partidos de tenis de su sobrino.
Éxito y colapso de la mallorca 312
Mallorca para los coches. Así piensan los que denostan la Mallorca 312, una prueba ciclista que ha experimentado un enorme crecimiento en muy pocos años y que el sábado generó largas retenciones. Es obvio que las cosas se pueden hacer mejor, y que la próxima edición debería haber más información y menos colas en las carreteras, pero conviene preservar pruebas que fomentan el deporte y un modelo de turismo alternativo. El éxito de una carrera de estas características implica a todo el mundo. Policía, administraciones y conductores, que deben aprender de una vez que las carreteras no son solo para los coches.
