Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Minuto 91

Una agonía sin fin

Oriol, el sábado, antes de ser expulsado. Guillem Bosch

A partir de la raquítica cifra de goles marcados se puede empezar a explicar la nefasta temporada del Mallorca, condenado a pelear por la permanencia hasta la última jornada si alguien no le pone remedio. Treinta y tres goles solo dan para luchar por la salvación y a duras penas. Solo el colista Bilbao Athletic suma menos dianas, un dato que lo dice todo. Ante el Alavés, indigno aspirante al ascenso, los hombres de Vázquez merecieron ganar. Pero esa es una canción mil veces escuchada. No hay que merecerlo, hay que conseguirlo. Y la realidad es que el Mallorca ha de crear mil ocasiones para marcar. El sábado solo fueron dos y claro, el cero imperó en el marcador.

Jugadores de vuelta

Vázquez y todos los que le precedieron han confiado en él. En Pereira, un jugador que, pese a sus 27 años, está ya de vuelta. Todo lo que tenía que ofrecer, muy poco, ya lo ha hecho. Pero Los técnicos, ahora Vázquez, siguen confiando en un jugador que aporta muy poco o nada. Y con muchas asignaturas pendientes. La principal, su nefasto disparo a puerta, siempre desviado, siempre flojo, nunca entre los tres palos. Otro tanto se puede decir de Arana, un futbolista de cristal que se ha pasado más tiempo en la enfermería que en el terreno de juego. Lago, Salomao y Pol Roigé, tres extremos llegados en el mercado de invierno, no tienen sitio en el once titular. Ver para creer.

Con la cara bien alta

Nada se le puede reprochar al Llosetense, posiblemente el club más modesto de toda la Segunda B. Lo único que se le reclamaba a los jugadores y al técnico es que lo dieran todo y que lucharan hasta el último segundo del último partido. Y lo han hecho. Han caído y se han levantado más de una vez. Se han rendido a falta de tres jornadas, pero no se les puede reprochar nada. Si la experiencia ha valido la pena, y parece que sí, bienvenida sea.

No pasa desapercibido las ganas que le tienen muchos a Pep Guardiola y que se la pegue en la Champions con el Bayern. Los contrarios al extécnico barcelonista, que cada vez son más, ya adelantan que si no conquista el título europeo habrá fracasado estrepitosamente en su aventura alemana, pese a los tres títulos de Bundesliga -el tercero está al caer-, que por lo visto tienen el mismo valor que el torneo de la alpargata. Gane o no la Champions, el mayor triunfo de Guardiola es el sello que ha dejado en el fútbol alemán, con un fútbol alegre, de ataque, como el que se vio en el Calderón. Sí, es verdad, el Bayern perdió, pero hay formas y formas de hacerlo. Y queda una segunda parte por escribir.

La semana del Palma Futsal

Todo el protagonismo de la semana en la que entramos se lo ha ganado a pulso el entrañable y modélico Palma Futsal, que el próximo sábado disputa en Sevilla la final de la Copa del Rey ante ElPozo Murcia de Miguelín. Pase lo que pase en la capital andaluza, la gesta está lograda. Por el camino han quedado el Movistar Inter y el Barcelona, los dos gigantes del fútbol sala español. Solo por eso ya se merece el título.

Para qué tocar lo que funciona

En las seis ediciones anteriores de la Mallorca 312 todo había ido a pedir de boca. Satisfacción entre los corredores, un recorrido completo y a gusto de todos y mínimo perjuicio a los conductores. Hasta que en la presente edición a alguien en mala hora se le ocurrió que había que cortar carreteras para permitir el paso de los cicloturistas. El caos se veía venir y se produjo. Mallorca quedó el sábado colapsada. Han creado un problema donde lo lo había. De nota.

Compartir el artículo

stats