Al centrocampista murciano le tocó volver al eje de la defensa y resolvió la situación con solvencia. Tras unos primeros inicios dubitativos creció a medida que pasaban los minutos y no dio ni una sola opción a Manu Barreiro y a Toquero, los dos hombres que formaron en el ataque del Alavés. El murciano explotó su altura para atajar el fútbol aéreo del conjunto vitoriano, un rival que tuvo poca presencia en el área de Timon pero muy peligroso en jugadas de estrategia.
La reubicación de Yuste en el centro de la zaga para paliar las bajas por lesión de Costas y Truyols ha sido uno de los grandes descubrimientos de la temporada. Vázquez, que no se fía de Kasim, ha descubierto a un central notable, pero ha perdido a un centrocampista muy útil en su sistema.
