La descompensación que sufre la plantilla, con mil extremos, seis centrales, aunque luego haya que reconvertir a otros jugadores para ese puesto, y un solo lateral izquierdo, se nota especialmente en la falta de recursos en el centro del campo. Yuste, Sissoko y Damià son suficientes para acabar la temporada dignamente, cierto, pero impiden que Vázquez pueda variar lo más mínimo su dibujo y elevar el nivel. O apuesta por un trivote, como ya hizo en algunos partidos, lo que le deja sin recambio natural en el banquillo, o un doble pivote, como está apostando últimamente. No hay más jugadores que les puedan complementar si solo juega uno de ellos. Si el técnico mantiene el 4-4-2, uno de estos tres jugadores deberá sentarse. O Yuste de central. Esto no puede volver a pasar la próxima temporada.
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Análisis