Siendo el Mallorca, era complicado que la semana acabara de forma perfecta después del trajín con los recursos por Aveldaño y Yuste y los problemas en defensa. Y como era lógico, se pagaron caras las ausencias. Campabadal casi le facilitó la ampliación de contrato al joven Olavide, que salió tras el descanso y casi provocó un cisma en la defensa rojilla. Para más inri, el Mallorca volvió a fallar arriba, con Arana y Colunga más que discretos y Salomao mostrando que no está para muchos trotes. Aun así, con lo justito que llegaba el equipo según ya dejó entrever el técnico en los días previos, al once mallorquinista le bastó media parte para poner el duelo a su favor. Ortuño dejó constancia otra vez de que algo sabe del oficio de delantero y Kasim aguantó el tipo hasta que se desconectó del duelo durante unos minutillos. Pese a no dar una a derechas en la segunda mitad, la fortuna no abandonó del todo al Mallorca, que incluso pudo perder. El problema es que no sabemos si el punto sirve para mucho.
