Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Análisis

Lo siento, pero no fue un robo

Si el mallorquinismo quiere quedarse en que el árbitro le ha robado a su equipo, pues adelante, pero es que no lo fue. Otra cosa es que este colegiado madrileño sea malo, o si me permiten, muy malo, a tenor del acta que escribió y lo que demostró sobre el césped. Pero por mucho que duela reconocerlo, los dos goles del Zaragoza llegan por errores del Mallorca y no del trencilla. En el primero el fallo de marcaje en cadena de la defensa para que Dorca remate a placer es enorme, con la ayuda, además, de Timon. Y el segundo, aunque llegara justo después del lío de Aveldaño, también es legal. Y Dorca se vuelve a aprovechar de la inoperancia defensiva de los baleares, entre Timon y Lago, y quizá también hay un poco de mala fortuna por el rebote en el africano. Por cierto, Aveldaño ya tiene 30 años para saber cuándo tiene que callar, sobre todo ante un árbitro nefasto. Pero más allá de eso, la lectura es que este Mallorca, si se muestra como ayer, no debe tener ningún problema para salvarse. Jugó bien, y a ratos, muy bien.

Compartir el artículo

stats