El fútbol moderno implica frecuentes idas y venidas de futbolistas que difícilmente aguantan más de dos temporadas en un mismo club. Y La Romareda acogerá el domingo a un buen número de 'ex' tanto del Real Mallorca como del Real Zaragoza.
El envite será especial para Lluís Carreras, futbolista bermellón durante cinco temporadas, entrenador del Mallorca hace dos cursos y ahora técnico del conjunto maño. Y también para una nutrida relación de jugadores que han formado parte de ambos equipos: Rubén, Javi Ros, Campins, Ortuño, Colunga y Cabrero.
Ros y Ortuño intercambiaron sus plazas hace algo más de dos meses. El navarro acudió a la llamada del Zaragoza, harto de no tener protagonismo en un Mallorca que le dejó vía libre. Al final el centrocampista ha recuperado su mejor versión en la capital aragonesa, donde tiene minutos e influencia. En cambio, en la isla más de uno ha torcido el gesto porque Molango fracasó en su intento por cerrar la contratación de un centrocampista creativo. El único de la plantilla que cumplía con esa función era Ros y el equipo ha echado de menos a un futbolista de ese perfil.
El exilio de Ortuño también vino motivado por la falta de minutos en el Zaragoza. El delantero era el 'pichichi' del conjunto aragonés, pero no encajaba en el estilo de Carreras. Una sincera conversación entre ambos hizo que el delantero aceptara la propuesta de Molango y se uniera al proyecto mallorquinista. Se ha erigido en el más determinante de los refuerzos llegados en el mercado de invierno, anotando dos goles y convirtiéndose en titular indiscutible después de vencer la desconfianza inicial de Fernando Vázquez. El delantero está cedido por la UD Las Palmas.
Para Colunga también será un partido especial, aunque menos. El delantero, en la disciplina bermellona desde el pasado mercado de invierno, solo perteneció al Zaragoza durante media campaña (2009/10). Tiempo suficiente para que anotara siete goles en dieciséis partidos, dejando muy buen sabor de boca en La Romareda.
Ortuño y Colunga -marcó un doblete el pasado sábado ante el Leganés- formarán de inicio en ataque en caso de que Vázquez recupere su habitual 4-4-2. Ambos son sin discusión los dos atacantes más en forma del conjunto bermellón.
La experiencia de Rubén González en el Mallorca se remonta hace varias temporadas. El central formó parte del conjunto bermellón los cursos 2009/10 y 2010/11, sin que casi nunca pudiera hacerse con un hueco en el once titular. La presencia de Nunes e Iván Ramis en aquellas plantillas se lo impidieron. Así que en el verano de 2011 se marchó a Osasuna para después recalar en el Zaragoza, club al que pertenece desde 2014.
También Jesús Cabrero formó parte del conjunto aragonés en el inicio de su carrera deportiva. El guardameta debutó en el Huesca -el equipo de su tierra- con solo 16 años, en Tercera División, y el Zaragoza no tardó en ficharlo para su equipo juvenil. El oscense acudió a la selección española y fue suplente de Casillas en la Meridian Cup que España ganó en 1999. En el año 2000 dio el salto al filial zaragocista. Jugó otro año en el segundo equipo del club blanquillo, pero no llegó al primer equipo y dio inicio a su larga peregrinación por el fútbol nacional: Palencia, Mallorca B, Burgos, Cartagena, Ponferradina, Albacete, Huesca, Recreativo y, desde el verano de 2014, Mallorca.
En La Romareda verá el partido desde el banquillo. No ha podido con la competencia de Timon, titular para los tres entrenadores que han pasado por la isla esta temporada.
Finalmente, Campins se enfrentará a un Mallorca en el que se formó hasta que el Barça le reclamó. El mallorquín llegó a jugar con el filial bermellón -se marchó antes de poder dar el salto al primer equipo- y en la capital aragonesa ha encontrado el protagonismo que no encontró en Barcelona.
El palmesano, de solo veinte años, recaló en el Zaragoza este verano después de descender el pasado curso con el filial blaugrana.
