Desgraciadamente, no está la cosa para alegrías y al Mallorca le viene el puntito de ayer en Almería tan bien como si a servidor le dan un vaso de agua en un día de resaca mientras camina por el desierto de Gobi. Dio a entender Vázquez tras el partido que le importaba un ´carallo´ que el equipo hubiera jugado bien o mal; ni tan siquiera le importó que en Almería o los propios mallorquinistas consideraran que se había dado una imagen paupérrima. Pues estoy con él, visto lo visto hasta la fecha del equipo y en la situación actual, ¿qué queremos? ¿Que jueguen bien? Aquí lo más importante es mantenerse en Segunda. Ya luego, si eso, decidirá el club si alguno de los futbolistas que pululan por el vestuario en estos momentos se salva de la quema. Porque, y no lo duden ni un instante, dinero para finiquitos haylo. Y lista negra, también. Por ahora, la suerte va con el Mallorca. Y que siga, porque lo que está claro es que estos chavales, jugar, lo que se dice jugar al fútbol, será complicado que lo hagan.
