El Real Mallorca ha superado el tramo 'asequible' del calendario y se adentra en el decisivo y comprometido final de Liga. El calendario se empina en las últimas doce jornadas y mucho va a tener que mejorar el bloque de Fernando Vázquez para sumar lo necesario para distanciarse de la zona de descenso. Sin embargo, y como ocurrió las dos últimas temporadas, el grupo bermellón ha llegado al final deprimido y lleno de dudas.
La visita al Almería el próximo domingo ha adquirido tintes dramáticos porque una derrota en los Juegos del Mediterráneo puede devolver al Mallorca a las plazas de descenso. Los hombres de Vázquez no tienen un colchón de puntos que pueda serenar los ánimos después de las imperdonables derrotas ante el Bilbao Athletic y el Llagostera, dos equipos ya desahuciados. Así que afrontan un calendario cargado de obstáculos sin apenas margen de error.
Entre los seis encuentros que quedan por disputar a domicilio sobresalen la citada visita a Almería y el desplazamiento a Albacete, dos rivales directos por la permanencia. Los andaluces, muy mejorados tras la llegada de Gorosito al banquillo, se plantean todos sus partidos a vida o muerte, especialmente en casa. Lo mismo que el conjunto manchego, en caída libre esta segunda vuelta.
También aguarda lejos de Son Moix la otra pelea, la del ascenso. El Real Mallorca visitará dos plazas extremadamente difíciles como La Romareda y el Nuevo Zorrilla, desplazamiento que cerrará la temporada para los bermellones.
Hay finalmente dos visitas a rivales -Lugo y Girona- que a día de hoy están en la zona tranquila de la clasificación pero que presumiblemente todavía no habrán amarrado la permanencia.
Tampoco se prevén fáciles los seis encuentros que quedan por jugar en Son Moix. El próximo mes visitarán Palma los dos equipos que ahora encabezan la tabla de Segunda División -Leganés y Alavés- y entre ambos Osasuna, rival que previsiblemente peleará por asentarse entre los seis primeros.
Vuelta a los entrenamientos
Completan el cartel de visitantes Elche y Córdoba, que sobre el papel también darán la batalla por subir a Primera, y el Tenerife de Pep Lluís Martí, que a estas alturas está lejos del 'play-off' y de la zona de descenso.
El equipo vuelve hoy a los entrenamientos para preparar el decisivo choque ante el Almería después de dos días libres. Fernando Vázquez consideró que los futbolistas estaban fatigados después de jugar tres partidos en una semana, por lo que les concedió más periodo de descanso de lo habitual.
Este Mallorca inconstante y miedoso genera muchas dudas en este último tramo de Liga. La escasa renta cosechada ante el Llagostera, Huesca y Mirandés -cuatro de nueve puntos- deja al grupo de Vázquez en una situación muy precaria en la clasificación.
El técnico y los futbolistas aseguran haberse mentalizado para mantener la tensión competitiva hasta la última jornada porque, consideran, no será hasta entonces cuando el conjunto bermellón cierre la permanencia.
