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Análisis

Un delantero de verdad

Un partido completo le ha bastado a Ortuño para demostrarle a Vázquez que debe ser el el delantero titular de este deprimente Mallorca. Dicen las malas lenguas que la resistencia del técnico a alinearle se debe a motivos extradeportivos. Si los hay, existen otras formas de castigar al jugador, pero nunca dejándole en el banquillo y premiando a un jugador que no ha hecho méritos para jugar. El Mallorca, que toda la temporada está coqueteando con el descenso, no puede permitirse el lujo de prescindir de un delantero de verdad, que entiende el juego y le da sentido, que aporta cosas diferentes, que tiene remate y, lo más importante, gol, lo más preciado del fútbol.

Hacía tiempo que el Mallorca no contaba con un delantero como Ortuño, que en todos los equipos por los que ha pasado ha dejado su indiscutible sello de goleador. Por eso es del todo inexplicable que el entrenador no le haya dado bola y sí a Acuña, un futbolista al que nadie le puede reprochar su entrega pero sí su nula aportación al equipo. Los buenos futbolistas han de jugar siempre, y Vázquez no anda sobrado de ellos. Ahora importa la salvación del equipo. Y en junio, si procede, cada uno por su lado.

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