El partido de ayer fue diferente en lo que se refiere al envoltorio. Había mucha gente en comparación con lo habitual en los últimos dos años. El Centenario alimentó el deseo de estar donde había que estar, aunque el contenido fue el mismo de siempre. Es decir, con miedo ante la posibilidad de que se escapara el resultado. Un resultado favorable gracias a un Oviedo que se quedó con diez y que se marcó en propia puerta.
Mensaje para Sarver
Por primera vez el nuevo propietario asistió en directo a un partido del Mallorca en Son Moix y me imagino que lo que se lleva en la maleta de vuelta a su casa no fue el partido en sí, sino el ambiente que hubo a su alrededor. Sarver vio que la afición mallorquinista quiere y está por la labor si se le ofrece materia prima. Ayer la gente le dijo al propietario que quiere fútbol y quiere al Mallorca.
Llagostera y Huesca
El día del Bilbao Athletic el Real Mallorca perdió una ocasión de oro para tener un punto de inflexión. Sin embargo, ahora tiene una oportunidad doble. Las salidas ante Llagostera y Huesca son dos citas de lujo para sumar seis puntos y distanciarse definitivamente de la zona roja. Algo que afecta mucho a los jugadores cuando ves cómo les quema el balón en los pies partido tras partido.
