Hace una hora que ha participado en el entrenamiento del Mallorca y atiende este diario huyendo de todo protagonismo. "Estoy aquí para ayudar en lo que pueda, pero son otros los que llevan el día a día del club", afirma Steve Nash, con su novia y futura esposa Lilla Frederick delante sin quitar ojo al móvil.

-¿Qué sensaciones tiene de sus primeras horas en Mallorca?

- La ciudad deportiva tiene un nivel bastante alto, pero creo que podemos mejorar en algunos aspectos. Queremos que los chicos trabajen duro para hacerse merecedores de las mejoras que tenemos previstas. Queremos hacerlo juntos. Queremos ayudar a los jugadores, pero que también aprendan a ayudarse mutuamente. Queremos una actitud de entrega, de lucha, de esfuerzo.

-¿Están dispuestos a dar un paso más que el resto de clubes de Segunda en cuanto a contar co unas instalaciones de primer nivel?

-Claro, esa es la idea, pero se necesita tiempo. Tenemos que analizar lo que hacemos bien y lo que no para equivocarnos lo menos posible.

-¿Sigue los partidos del Mallorca? ¿Encuentra alguna explicación a la pésima situación deportiva?

-He visto algunos partidos y es difícil dar una explicación porque el equipo está en una fase de transición porque han llegado jugadores nuevos, chicos jóvenes, un nuevo entrenador, un nuevo manager, y eso necesita tiempo. Tenemos que analizar lo que tenemos desde el primer equipo hasta la base. Apostamos fuerte por la base. Es un proyecto a largo plazo y es muy importante la implicación de todos. Si cambiamos el organigrama queremos que sea algo durarero y que los éxitos lleguen antes.

-¿Cuál es su trabajo en el club?

-No creo que tenga un trabajo específico. Por suerte no tengo una función, pero estoy aquí para ayudar todo lo que pueda y quiero dar ideas. Pero sobre todo debe ser el equipo la base del éxito. Yo vivo en Los Angeles. Tenemos gente preparada en el club que lleva el día a día y trabaja para que que se mejore constantemente.

-¿Con qué frecuencia habla con Molango?

-Tenemos contacto cada semana. Hablar es difícil por la diferencia horaria, pero me mantiene informado a través de mensajes. Quiero visitar Mallorca con más frecuencia, no solo porque me interesa el club sino porque es uno de los sitios más bonitos del mundo.

-¿Qué impresión le causó el entrenador y los capitanes?

- Gente muy simpática, muy inteligente y con mucha actitud. Es un buen punto de partida, pero esto es de poca ayuda si no se traduce en el campo.

-Cien años es para celebrarlo.

- Ya lo creo. Hay pocas cosas en América que tengan cien años. Los mallorquinistas tienen motivos para sentirse orgullosos.