El Mallorca B, hoy en la Tercera balear, también tiene su protagonismo en la historia del club. El filial hizo historia en la temporada 97-98 al ascender a Segunda, división en la que ahora está la primera plantilla. Lo hizo a lo grande, en el desaparecido Lluís Sitjar y ante más de diez mil personas.

El Mallorca B logró el ascenso a Segunda tras quedar primero en la liguilla, formato distinto al actual (es por eliminatoria). Los rojillos quedaron primeros en un grupo de cuatro equipos (Mallorca B, Granada, Athletic B y Cacereño). Lo hizo con una plantilla muy competitiva, con marca balear, y con el técnico gaditano Jesús 'Chico' Linares.

En ese equipo que logró el ascenso a una categoría en la que hasta la fecha solamente habían militado cuatro filiales -Barcelona B, Real Madrid B, Atlético B y Athletic B-, figuraban nombres desconocidos entonces como el portero César Gálvez y jugadores como Pep Lluís Martí, Vasco, Rubio, Rafel Sastre, Josemi, Albert Luque o Maldonado, que con el paso del tiempo se hicieron un hueco en el balompié español.

El ascenso ocurría en una época exitosa del Mallorca, con la primera plantilla brillando en Primera. Guillem Reynés era el presidente, aunque le dio el mérito al trabajo que se había realizado con el desaparecido Miquel Dalmau al frente años antes. El premio por el ascenso fue de dos millones de pesetas de entonces (unos 12.000 euros).

Un reto para el club. Jugar en Segunda era un reto para el Mallorca, especialmente para la secretaría técnica que capitaneaba Pep Bonet. El Mallorca B, que tenía al directivo Tomeu Serra -coordinador de las categorías base- como hombre fuerte, conformó una plantilla competitiva y con jugadores que posteriormente explotaron y dieron un gran rendimiento en la primera plantilla o en otros equipos.

En esa temporada pasaron por el Mallorca B una treintena de jugadores, y alrededor de una docena más en pretemporada, en lo que llegó a ser una fábrica de pruebas para la secretaría técnica. Algunos de los que llegaron triunfaron, de otros casi nadie se acuerda.

De más a menos. La temporada 98/99, única en la que el filial del Mallorca ha estado en Segunda, fue una campaña que el equipo rojillo comenzó bien pero con el paso de los meses fue decayendo, hasta consumar el descenso en la última jornada de Liga ante el Hércules (1-3) en el Lluís Sitjar.

El equipo fue de más a menos. El filial se permitió la osadía de ser líderes en las primeras jornadas de Liga, tras ganar al Barça B en casa -con exhibición de Tristán- y al Albacete a domicilio. Y durante la temporada se hicieron algunos buenos partidos y se consiguieron excelentes goles, como uno de Luque al Recreativo -entonces dirigido por Joaquín Caparrós- desde casi el medio campo. Ir al Lluís Sitar a ver el filial fue sinónimo de divertimento hasta casi mediada la Liga.

Con Tristán y Luque. Pero después todo se torció. Los resultados empezaron a ir mal y, como en cualquier plantilla de jóvenes, la situación se enquistó e incluso surgieron celos entre futbolistas. De hecho, cuenta la leyenda que en el intermedio de un partido llegaron a las manos Tristán y Luque. Años después ambos coincidieron en el Deportivo y los dos negaron que hubiese ocurrido tal trifulca; incluso siempre afirmaron ser amigos.

Verdad o solo rumor, lo cierto es que ante el bajón del equipo se despidió al entrenador, Chico Linares, y se puso en el banquillo a Nando Pons -años después secretario técnico en el club-, que no pudo, o no supo, enderezar la nave y el filial acabó sucumbiendo, descendiendo a Segunda B tras ser incapaz de sumar el punto que necesitaba para salvarse en los cuatro últimos partidos de Liga.

La plantilla. Los jugadores que actuaron aquella temporada en Segunda División fueron: Sergio Granados, Caracol, Porto, Martí, Ivo, Potenzoni, Rafel Sastre, Rodrigo Braña, Albert Luque, Maldonado, Valbuena, Diego Tristán, Alyson, Fernando Ortiz, Vaqueriza, Álvaro Novo, Juan Alberto Ramón, Miguel Ángel Valerón, Raúl Valencia, Rondo, Álvaro Cámara, Leo Franco, Jesús Perera, Buades, Da Mota y Peñaranda.

Varios internacionales. Algunos de los que pasaron por el Mallorca B de esa temporada acabaron siendo internacionales. Tristán y Luque, con España; Leo Franco y Braña, con Argentina; Rondo, con Guinea Ecuatorial. Y muchos otros acabaron siendo jugadores importantes en Primera o Segunda, como Martí, Sastre, Novo, Perera, Buades o Ramón.