El Real Mallorca inauguró ayer los actos del Centenario con una gala que fue un homenaje a un club que ha alcanzado el hito de cumplir nada menos que cien años. Y también un acto de reafirmación del sentimiento mallorquinista en una triste etapa en la que el equipo vaga por la Segunda División. La ceremonia, presentada por Elisabeth Moll y Jaume Colombás, mezcló historia, sentimentalismo y humor. “Si a lo largo de la noche suena un móvil no se preocupen; seguro que es Maheta Molango cerrando algún fichaje”, abrió fuego Moll. Aunque no todos los gags que se escucharon en el Teatre Principal fueron tan ocurrentes.

Maheta Molango y Utz Claassen ocupaban dos asientos en la primera fila, pero no estaban juntos. Entre ellos se interpusieron el alcalde de Palma, José Hila, y Annette Claassen, esposa del presidente. A la izquierda, la primera hilera estaba ocupada casi exclusivamente por expresidentes: Vicenç Grande, Guillem Reynés, Bartolomé Beltrán, Tito Rotger, Mateu Alemany y Miquel Contestí.

La ceremonia repasó por orden cronológico los hechos más destacados de la historia del club. Fue dinámica, aunque con algunos baches, y los asistentes fueron animándose mientras por el escenario desfilaban históricos. Los discursos fueron breves y mayoritariamente en castellano por imposición del protocolo. Solo se lo saltaron Mateu Alemany y Francina Armengol.

Claassen subió al escenario para hacer entrega de una placa conmemorativa a Gimena y Rafael Vázquez, descendientes del fundador del Mallorca, Adolfo Vázquez Humasqué, que viajarondesde México. Después de un video que recorría muy brevemente la trayectoria del fundador del Real Mallorca, su nieto, Rafael, brindó uno de los discursos más emotivos de la noche. “Me siento muy orgulloso de ver lo que hoy es en día el Mallorca Cuando alguien persigue sus ideales, ven los resultados. Mi abuelo siempre fue un hombre culto e inquieto, y uno de sus logros más importantes fue crear el Mallorca. Cuando se exilió trataba de enterarse siempre por la radio y la prensa cómo marchaba su Real Mallorca”.

Los casi ochocientos asistentes al acto, se quedaron algunas butacas vacías, fueron los primeros que pudieron ver la camiseta oficial del Centenario. La prenda, con un llamativo cordón en el cuello, remite a las que llevaban los futbolistas a principios del siglo pasado, cuando el fútbol todavía estaba en pañales. El acto también sirvió para presentar un avance de la película que está rodando el cineasta mallorquín Marcos Cabotá.

Tocaba un número cómico de Trampa Teatre, los animadores de la noche, seguramente el que menos gracia hizo a Claassen. Irrumpieron dos hombres ataviados con banderas y bufandas del Mallorca. Uno de ellos se dirigió a Molango y pronunció una frase demoledora: “Gracias, porque aquí nadie hacía nada”. La cara del alemán era un poema.

Por la pantalla gigante se sucedían los acontecimientos más destacados de la centenaria historia de la entidad bermellona. A continuación subían al escenario sus protagonistas. Oviedo, Bolao, Mir y Forteza representaron al Mallorca del primer ascenso.

Después del discurso de Contestí volvieron Trampa Teatre, que hicieron lo que pudieron para sacar el lado cómico de los gemelos Brandon y Jordan Thomas. “Estoy agobiado porque hoy he tenido que entrevistar a dieciséis jugadores del Mallorca. Y todos me han dicho lo mismo”, pronunció uno de los humoristas.

El repaso a las finales de Copa de Mestalla, la de la Recopa de Birmingham y la Copa de Elche hizo que desfilaran por el escenario Bartolomé Beltrán, Stankovic, Ibagaza, Nadal, Siviero o Héctor Cúper. El técnico argentino se metió al público en el bolsillo con un discurso breve y sentido: “Tal vez nos faltó el resultado final, que es lo más importante (...). El Mallorca siempre será parte de mi vida porque yo he hecho a este club una parte de mi vida”.

A continuación le tocó el turno a Mateu Alemany, quien empezó saltándose el protocolo: “Hablaré en mallorquín porque así es como me sale cuando hablo del Mallorca”. El histórico directivo, presidente cuando el Mallorca conquistó la Copa en 2003 ante el Recreativo, aseguró que la grada teñida de rojo en el Martínez Valero aquella tarde “es la imagen más bonita” que ha visto nunca.

Molango esgrimió su discurso habitual. El consejero delegado, presentado como “el hombre de moda”, aseguró que tiene un proyecto para volver a la elite. “No hemos venido aquí para seguir en Segunda División, de eso podéis estar seguros”, subrayó. Y lanzó una advertencia: “Aquí no ha llegado un inversor rico y prepotente. No seremos mejores por ser más ricos, si no por ser más sostenibles y gestionar mejor esa riqueza”.

Cerró la gala La Musicalité, que interpretó el himno. Ha empezado el Centenario.