Diario de Mallorca

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Minuto 91

Un mallorca de caricatura

Vázquez se apunta al efecto champán.

No sé qué tendrá la isla, pero lo que ocurre con los jugadores y técnicos que llegan al Mallorca las últimas temporadas es digno de estudio. Profesionales que cuando están en otros clubes rinden a un nivel altísimo pasan completamente desapercibidos y se sumen en el conformismo a poco de fichar por el equipo de Son Moix. Se llamen Lago Junior, Ortuño o Oscar Díaz.

El equipo champán

A principio de temporada acuñé una denominación para el Mallorca de este año,un equipo champán. Lo que ocurría con su juego se asemeja mucho a lo que pasa cuando se destapa una botella de cava. Cuando hay gas, bebes y todo sabe muy bien, pero a medida que desaparecen las burbujas, el producto pierde toda la calidad. Algo parecido le ocurre en este equipo también cuando un entrenador se hace cargo del grupo. Los dos primeros partidos de Gálvez invitaron a soñar. Después se cayó en la mediocridad. Con Vázquez ha pasado lo mismo, otros dos enfrentamientos para recuperar la autoestima, con dos victorias, y de repente una derrota ante el colista y el espectáculo vergonzoso que ayer vimos en Los Pajaritos, indigno de la supuesta categoría de la plantilla.

De principio a fin

La superioridad del Numancia en el partido de ayer fue insultante y lo fue desde el primer minuto, o mejor dicho desde que el equipo soriano se decidió a irse por los tres puntos. Bien es verdad que el penalti que abrió el marcador es de aquellos que nunca se pitan, pero la cantidad de ocasiones de que disfrutaron los sorianos fue sonrojante y demostrativa de que el grupo de Vázquez no salió a competir. De no haber sido por la fortuna y por las intervenciones de Cabrero, el Mallorca podría haberse ido al descanso con un 4-0 en contra. El Numancia no demostró para nada la ansiedad de un equipo que no gana en su terreno de juego desde noviembre.

Un centro del campo inexistente

El Mallorca de Vázquez debe ser uno de los pocos equipos del mundo que no le da ninguna importancia a la zona de creación del centro del campo, pero así es muy difícil que los balones lleguen con algo de criterio y calidad a los delanteros. El experimento forzado Damià-Kasim fue un fracaso mayúsculo sobre todo por el despiste del mallorquín que no sabe a qué juega en este equipo. Para más inri, el sacrificio de Brandon, que llevaba varias semanas desaparecido, no fue aprovechado por Oscar Díaz que pareció una sombra del jugador que se fichó pagando la cláusula de rescisión. A Vázquez hay que exigirle que haga reaccionar a este grupo como sea, de lo contrario caer al abismo de la Segunda B no resulta ya tan descabellado.

El Llosetense

El ejemplo contrario al del Mallorca es el del Llosetense de Nico López, que se agarra a la permanencia con una reacción de mérito. Ayer los de Lloseta fueron capaces de ganar nada más y nada menos que al líder. Un golpe de moral para el futuro.

Un Nadal conformado

"No estoy preocupado, hice cosas buenas. Me faltó consistencia. Tuve momentos buenos, tuve golpes ganadores. No pasa nada, intenté ganar, peleé hasta el final. No pudo ser y seguiré adelante". Las palabras de Nadal tras perder en Buenos Aires contra Dominic Thiem, en un partido en el que tuvo un match ball, aventuran lo que nos espera. Una temporada irregular. La categoría de rey de la tierra que tenía el manacori hace años, y que le llevó incluso a batir un récord de victorias en la arcilla, está también en entredicho. Habrá triunfos pero también fracasos inesperados. Dicho esto, nadie ha de olvidar lo hecho por el mallorquín. El paso de los años nos permitirá evaluar y añorar las gestas de un deportista que ya es leyenda.

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