Muchos, demasiados partidos malos ha disputado el Mallorca esta temporada, pero ninguno tan horrible como el de ayer en Los Pajaritos. Y lo peor, con una actitud que habrá dejado más que preocupado a Molango, que perdona un error, pero no que el rival se entregue más. El futuro de este Mallorca tiene muy mala pinta. El Valladolid puso al Bilbao Athletic en su sitio después de que los cachorros de San Mamés vencieran en Palma; ayer fue el Numancia el que se reencontró con la victoria en su campo tres meses después. Y de la forma más fácil, casi sin despeinarse por la abulia demostrada por unos futbolistas que parece que no saben lo que se juegan. Tras lo de ayer no queda ni el agarrarse a las excusas. No fue penalti, es verdad. No estaban ni Sissoko ni Yuste, pero estos dos sí jugaron ante el filial del Athletic y también se perdió. Y después de media docena de fichajes, el equipo sigue sin gol. El panorama es desolador. Vázquez tiene trabajo a destajo para intentar salir del pozo.
