El mercado de invierno ha desarticulado a "la mejor delantera de Segunda División", según sentenció Utz Claassen a finales de agosto cuando presentó a Rolando Bianchi. El entonces propietario de la entidad balear no escondía su satisfacción por haber reunido en la plantilla atacantes ilustres que, vaticinaba, iban a marcar diferencias en la categoría.
Claassen y su director deportivo, Miquel Àngel Nadal, firmaron al italiano, a Coro y a Acuña. Y el manacorí apostó por mantener a Fofo en nómina contra el criterio del alemán.
Bianchi accedió a marcharse este mercado de invierno, convertido ya en la gran decepción de la primera mitad de la temporada. El italiano recaló en el Perugia después de haber anotado únicamente dos goles, uno de ellos de penalti, y sin haber rendido ni con Ferrer ni con Gálvez.
Coro se queda pese a que el Mallorca estuvo trabajando hasta el último minuto del mercado para tratar de colocarlo en otro club. Hubo un interés de la Ponferradina, pero las diferencias económicas evitaron un acuerdo.
El delantero catalán también ha defraudado. Llegó fuera de forma y, cuando cogió ritmo de competición, ha sido intrascendente en la mayoría de los partidos.
Tampoco ha aportado casi nada Acuña, pero su espíritu de lucha en el feudo de la Ponferradina convenció a Molango de que se quedara.
