Fernando Vázquez trató de rebajar ayer la euforia desatada por las últimas incorporaciones invernales. Los fichajes de Lago Junior, Alfredo Ortuño y Diogo Salomao, combinados con la victoria cosechada ante el Alcorcón, han disparado el optimismo en torno a una plantilla que hasta hace poco solo provocaba preocupación.

"Me gusta la ilusión, es buena. Pero con cabeza. Han venido chicos de Segunda División; uno del Mirandés, otro del Zaragoza... Hay que tener los pies en el suelo. Nos van a dar algo más, pero de repente no van a ser mejores que los que había. Vienen a ayudar, a hacer goles y a trabajar, como los demás. Son jugadores de Segunda, no hemos traído un 'crack' de la Premier. Esa es la realidad", recordó ayer el técnico gallego.

Siguiendo en la misma línea, Vázquez reiteró que el objetivo es la permanencia. Yo he venido a salvar al equipo. Ahora estamos en números rojos y cuando estemos en verde ya pensaremos otra cosa. No ganaremos partidos porque estén Ortuño, Salomao y Lago. Seguiremos en rojo unos cuantos meses, después ya veremos qué podemos hacer", subrayó el preparador bermellón.

Vázquez no desveló si los tres refuerzos firmados esta semana debutarán en Ponferrada -"no sé lo que voy a hacer", dijo- y abrió la puerta a más fichajes para reforzar el centro del campo: "Con la marcha de Javi Ros nos hemos quedado un poco justos en ese puesto. Veremos qué posibilidades hay. Todavía queda tiempo".

El técnico se felicitó por la renovación de Brandon, y aseguró que al canterano le vendrá bien más competencia. "Él sabe que tiene unos años para ganar dinero y mejorar. Cuanta más competencia tenga, mejor jugador será. No tiene que llevar el peso del equipo, igual que Pol. Son jóvenes, otros tienen que dar el do de pecho", afirmó el entrenador.

Asimismo, resaltó la dificultad que entraña el partido de mañana en El Toralín: "Espero una pelea encarnizada. Tenemos que ponernos a su altura".