Miodrag Kustudic aterrizó en Mallorca en el verano de 1981. Con el equipo rojillo recién ascendido a Segunda, el presidente Miquel Contestí necesitaba una estrella y el elegido fue el internacional yugoslavo, nacido en Montenegro en 1951 y que aterrizó en la isla con 30 años después de tres temporadas en el Hércules de Primera División.

En el equipo alicantino había destacado, tanto dentro como fuera del césped. Se había creado fama de jugador díscolo, problemático, algo que ya no le abandonó en su etapa de mallorquinista. Y eso que su estreno fue más que esperanzador... Kustudic debutó con el Mallorca en un Trofeo Ciutat de Palma, en la goleada al Valencia de Primera por 4-2. Hizo dos goles y el pobler Jordi Morey marcó los otros dos. Pero la ilusión que despertó resultó efímera y pronto el balcánico empezó a acumular polémicas. Primero chocó con el técnico, Antonio Oviedo, después tuvo un enfrentamiento con el portero Mariano Tirapu y luego sumó expulsiones, lesiones y problemas de peso: tenía tendencia a engordar, no se cuidaba en exceso y para que adelgazara y se pusiera en forma le mandaron a correr a la playa con un cinturón cargado con varios kilos de peso.

Pese a todo, su calidad le permitió marcar muchos goles. Hasta 11 en la primera campaña, una buena cifra si se tiene en cuenta que estuvo 11 partidos sancionado por agredir a un rival -le rompió el tabique nasal- en un partido de Copa del Rey frente al Binéfar. Cierto es que logró muchos de penalti, ejecutándolos siempre con ´paradinha´, y que sobre él existía la leyenda de que muchos de sus goles de cabeza los hacía realmente con el puño... En la temporada 1982-83, con el francés Lucien Müller en el banquillo, la empezó bien, pero rápidamente perdió presencia en el equipo. Kustudic jugó su último partido con el Mallorca el 28 de noviembre, en la jornada 13 de la temporada 1982-83, en el Lluís Sitjar y contra el Alavés (2-2). Para el recuerdo quedará su esprint, casi como extremo izquierdo, llegando hasta la línea de fondo para dar un centro que después de varios rechaces aprovechó Riado para poner el 2-1 en el marcador. Fue su última carrera como mallorquinista. Quedó allí, tumbado tras la línea de fondo, casi al lado del poste, siendo atendido por el médico del Mallorca en el minuto 79 de un partido que acabó como buenamente pudo. En la crónica del encuentro de DIARIO de MALLORCA fue destacado por ´Dardo´ como el peor del duelo: "Tras varias semanas de inactividad, reapareció (...), lo cual es un decir. Kustudic, que en algunos momentos fue abroncado por el público, volvió a ser el mismo de tantas tardes: pesado, lento en sus acciones, impotente ante el marco, tanto por alto como por bajo e inútil en su demarcación". Le sustituyó en la plantilla un desconocido, el chileno Sergio Nichiporuk, y Kustudic firmó por el Rijeka. Allí continuó con su cuesta abajo y en 1984 se retiró.