Diario de Mallorca

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Análisis

Firmado a las 18 horas

Cualquier mallorquinista hubiera firmado ayer antes de que empezara el encuentro que el triunfo ante el Alcorcón llegara desde el punto de penalti. No fue en el último minuto, como reza el tópico, y la pena máxima era clara, pero lo importante es que los tres puntos se quedaron en el Iberostar Estadio. Hace bien Fernando Vázquez al reiterar en su discurso que el margen de mejora es grande porque habría motivos para preocuparse si lo que se vio ante los alfareros es el nivel más alto que pueden alcanzar con él en el banquillo. Es cierto que el adversario es un buen equipo, de ahí a que aterrizara en la isla en puestos de promoción, pero los bermellones no tuvieron una gran actuación. Habrá que esperar para ver el sello de Vázquez, porque al menos en el juego fue peor que ante el Valladolid, todavía con Gálvez, pero en el fútbol lo que cuentan son las victorias. Eso sí, no hay que engañarse. Mientras Coro y Acuña buscan reencontrarse a sí mismos, porque los que juegan ahora no parecen ellos, quedó claro por enésima vez que este Mallorca necesita un delantero, o dos, que sean decisivos. Porque no siempre va a caer del lado bueno la moneda, como ayer, ni el meta Timon hará una antológica parada a dos minutos del final. Pero ya tocaba sonreír de una vez.

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