Fernando Vázquez realizó ayer en su presentación como entrenador del Real Mallorca toda una declaración: trabajar para ascender a Primera División "a corto o medio plazo". De hecho, el técnico gallego advirtió de que "estadísticamente" es posible lograrlo este mismo curso, pese a que asume la dirección de un equipo que ahora mismo ocupa plazas de descenso. El de Castrofeito, que firmó hasta junio de 2017, abrió así su segunda etapa en el banquillo bermellón. La primera fue en la campaña 1999/00, cuando lideró a un Mallorca que dio tardes de gloria en la UEFA y en la máxima categoría.

"Estoy relajado. Antes miraba mucho hacia adelante, quería llegar pronto y rápido. Ahora vengo para estar bien y ser feliz, no tengo otro pensamiento. Mi mente está tranquila y relajada. Quiero soñar y sueño con ascender al Mallorca", expresó Vázquez en su presentación horas antes de dirigir su primer entrenamiento a los rojillos.

Maheta Molango, a su lado, justificó la elección de un Vázquez que releva a Pepe Gálvez. "Era importante apostar por alguien que viniera aquí aceptando esta situación y a sumar. Analizamos la situación y llegamos a la conclusión de que Fernando era el hombre que necesitábamos. Hoy (por ayer) damos un paso más por devolver al Mallorca al sitio que se merece. Nos trae experiencia, una trayectoria exitosa, conocimiento del entorno y un buen historial de trabajo con los jóvenes", dijo el consejero delegado en referencia a la confianza que el técnico gallego dio en su día a Diego Tristán y a Samuel Etoo.

"Objetivo a corto y medio plazo"

El preparador admitió que tenía "una espina clavada" después de que los dirigentes de aquel Mallorca no le hubieran dado la opción de seguir en el banquillo una segunda temporada. "Tenía ganas de volver y aquí estoy. Vengo con el objetivo de ascender al Mallorca. No sé cuándo será, pero no vengo para quedarme en Segunda. El primer paso es sacar al equipo de donde está, pero siempre mirando hacia arriba. Necesitamos la ayuda del club, de los jugadores y de la afición. Y lo tenemos que hacer a corto o medio plazo. No he venido a aquí a retirarme, sino a trabajar al máximo", destacó.

El preparador bermellón, el octavo desde que el equipo descendió a Segunda, pidió unos días para hacer un diagnóstico exacto de los problemas del grupo bermellón: "Al equipo le he visto jugar muchas veces, pero por muy buen ojo que uno tenga es muy difícil valorar a los jugadores por televisión. Pido una semana para ver lo que hay y saber lo que necesito. Los entrenamientos me dirán si se confirma lo que yo pienso".

Vázquez, que por ahora trabajará con técnicos de Son Bibiloni, se refirió al ´casting´ organizado por Utz Claassen y del que formó parte el pasado verano para entrenar al Mallorca. "Hablamos un poco y no llegamos a ningún acuerdo. Sus razones tendría", indicó.

El preparador de Castrofeito, que cuenta en su currículum con tres ascensos con el Betis, el Celta y el Deportivo, es consciente de la complejidad de asaltar la parte alta de la clasificación esta segunda vuelta, pero tampoco cree que sea misión imposible. "Posibilidades hay. Tienes que ganar de doce a quince partidos para acabar sextos. De momento quiero sacar al equipo del sufrimiento. Y si luego hacemos una buena racha, quién sabe. Para salvarse hay que ganar diez partidos, y para el ´play-off´ de doce a quince. En realidad no hay tanta diferencia. De 21 partidos ganar doce parece difícil, pero ahí está la posibilidad. Nadie puede decir que sea imposible", indicó.

Vázquez reiteró la importancia de contar con el apoyo de la afición: "El trabajo del que más orgulloso me sentí en Coruña fue conseguir que la afición volviera al campo a ayudar al equipo después de descender. Sin la afición el club no es nada. Quiero compartir con los mallorquinistas un proceso en el que todos vayamos juntos y tengo plena confianza en que algún día podremos dejar al club en Primera División".