­Fernando Vázquez asumirá desde hoy las riendas de un Real Mallorca desmoralizado y hundido en los puestos de descenso de la clasificación. Será la segunda vez que el técnico gallego se siente en el banquillo bermellón. Ya lo hizo en la temporada 1999/00, cuando dirigió a un equipo que brindó tardes de gloria en la UEFA. Eran circunstancias muy diferentes. Ahora el equipo vaga por la Segunda División y la misión del preparador de Castrofeito es recomponer un vestuario hecho añicos y sacarlo del pozo.

Maheta Molango formalizó la contratación de Vázquez ayer por la tarde. El técnico viajó por la noche de Vigo a Madrid, durmió en la capital y llegará esta mañana con el tiempo justo para presentarse a los medios y dirigir su primer entrenamiento en Son Bibiloni. Es el octavo entrenador que ocupa el cargo desde que el Mallorca descendió a la categoría de Plata.

Termina por tanto la breve etapa de Pepe Gálvez y Alfonso Pérez al frente del equipo. El calvianer ha aguantado únicamente seis jornadas en el banquillo y nunca ha podido sacudirse la condición de técnico interino. Utz Claassen primero, y Maheta Molango después, se limitaron a ratificarlo de semana en semana.

Gálvez y Alfonso se van con el apoyo del vestuario pero sin resultados que les respalden. Relevaron a Albert Ferrer -con el que compartieron cuerpo técnico- y debutaron con victoria el 6 de diciembre ante el Albacete. Fue el único triunfo que se apuntaron. Los cinco partidos siguientes se saldaron con dos empates y tres derrotas, las dos últimas ya con Molango representando los intereses de Robert Sarver en la institución.

Los dos técnicos salientes y el consejero delegado escenificaron ayer el cambio de rumbo en una extraña comparecencia pública en la que Molango evitó confirmar la contratación de Vázquez -el club lo hizo una hora después- y Gálvez apenas pudo despedirse, ahogado por la emoción.

Gálvez y Molango se abrazan al término de la comparecencia. T. SHIMADA

Lo hizo Alfonso en nombre de los dos: "Quiero dar las gracias a Nadal, a todo el cuerpo técnico, a los jugadores y a la afición. Ha sido una experiencia corta, bonita e intensa. Queremos desear lo mejor al Mallorca y mucha suerte al nuevo entrenador".

Ambos seguirán vinculados al Real Mallorca, probablemente en el fútbol base, aunque Molango planteó la posibilidad de que pudieran formar parte de un proyecto con los Vancouver Whitecaps, un equipo de fútbol canadiense del que Sarver también es el inversor de referencia.

Molango enumeró los "cuatro criterios" que debía reunir el nuevo inquilino del banquillo bermellón. "En primer lugar, conocimiento profundo de la Segunda División. Segundo, capacidad para trabajar con jóvenes. Tenemos joyas que necesitan un desarrollo. Tercero, necesitamos a una persona que conozca el entorno desde el primer día porque no hay tiempo para adaptarse, y que sepa de qué va la historia. Finalmente, el entrenador debe ser alguien que ya haya gestionado este tipo de turbulencias tan fuertes. Ahora mismo somos un equipo frágil y necesitamos un perfil de técnico que por su trayectoria no genere dudas entre los jugadores", valoró el consejero delegado.

Viaje a Madrid

El máximo responsable de la institución subrayó que los dos entrenadores destituidos no cumplían con las cuatro condiciones: "Venían de haber entrenado a juveniles y quizás no te da tiempo de tener un conocimiento detallado de la Segunda División. Cuando sufres y juegas por el descenso, da tranquilidad a los jugadores saber que el entrenador ha estado antes en esa situación".

Cuando Molango termine la presentación de Vázquez se embarcará en un vuelo hacia Madrid para ofrecer una entrevista a una televisión. Es posible que aproveche el desplazamiento a la capital para negociar algún fichaje. "Queremos gente ambiciosa y la realidad es que no vienen al cuarto clasificado por la cola", lamentó Molango.