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Análisis

No solo es cuestión de técnico

Entre los partidos que merece perder y los que no, aunque cae igualmente, el Mallorca está en descenso. Con un delantero centro decente los bermellones habrían ganado el partido ante el Valladolid sin demasiados problemas. El problema es que llueve sobre mojado en el Iberostar Estadio porque ayer le penalizó la alarmante falta de pegada, y si me apuran de mala leche, para matar al rival mucho antes del final del encuentro. Estarán de acuerdo que los números de Pepe Gálvez son malos, muy malos, solo cinco de dieciocho, pero esto no solo es un tema de entrenador. Los rojillos jugaron bien ayer, incluso a ratos muy bien, pero a estas alturas de curso esto ya no sirve para nada. Con el equipo en puestos de descenso a Segunda B hay que ganar partidos de una vez. Es cierto que jugando bien es más fácil sumar los tres puntos, pero sin futbolistas que sean capaces de meter la pelota dentro de la portería adversaria es imposible. Así de fácil, así de difícil y así de desquiciante. Es cuestión de que Robert Sarver ponga los millones sobre el campo porque, de lo contrario, esta segunda vuelta puede ser una auténtica agonía. Son necesarios dos o tres fichajes que sean decisivos. Exigírselo a los chavales Damià, Brandon, James o Pol Roigé es injusto.

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