Darcy Silveira dos Santos aterrizó en Mallorca en el verano de 1968. El equipo rojillo militaba en Segunda División y buscaba el retorno a Primera, categoría que había abandonado por segunda vez en 1965.

Canario, como era apodado el brasileño, era un extremo derecho de 33 años que venía del Zaragoza de Primera División y que era el fichaje estrella del club: había sido internacional con Brasil, ganado la Copa de Europa con el Real Madrid y jugado en el Sevilla y en el Zaragoza, equipo en el que formó parte de la histórica delantera de los 'Magníficos': Lapetra, Villa, Santos, Marcelino y Canario.

En agosto se anunciaba el fichaje más importante del Mallorca para una temporada en la que el catalán Vicenç Sasot era el técnico. El club rojillo había ofrecido al futbolista nacido en Río de Janeiro un contrato por un año, con 600.000 pesetas de ficha y 15.000 al mes.

El equipo arrancó muy bien, especialmente en casa. Pero a domicilio sus actuaciones no eran buenas y tras unas declaraciones que no gustaron a la directiva, Sasot fue destituido en febrero de 1969. Le sustituyó Juancho Forneris, pero el argentino no tenía carné de entrenador y se fichó al uruguayo Sergio Rodríguez para que el argentino hiciera tándem técnico con él. El equipo reaccionó y acabó consiguiendo el ascenso.

Canario tuvo actuaciones muy brillantes con el Mallorca, aunque casi siempre en el Lluís Sitjar. Fuera de la isla no era tan utilizado por los técnicos y quizás por eso su marca de goles fuera escasa -tres- esa temporada, en la que de nuevo formó parte de otra delantera con apodo, la de las 'ces': Conesa, el exinternacional español Domínguez, el paraguayo Cáceres, Cano y nuestro protagonista, aunque también actuaron en muchos encuentros Camps y Cifre. Conesa (15) y Domínguez (14) fueron los goleadores de ese ascenso. Al terminar la temporada, y con ese éxito para cerrar su palmarés, Canario se retiró y se marchó a vivir a Zaragoza.

Fue en el equipo maño en el que Canario vivió su época dorada. Sus mejores años los compartió con Lapetra, Villa, Santos y Marcelino. Ganó dos Copas (entonces denominadas del Generalísimo), una Copa de Ferias (equivalente a la actual Liga Europa) y marcó 56 goles en 178 partidos entre 1963 y 1968. Antes había jugado en el Sevilla (62-63) y en el Real Madrid (59-62), equipo este con el que ganó una Copa de Europa (en 1960, formando junto a Del Sol, Di Stéfano, Puskás y Gento), una Intercontinental, la Copa de España y la Liga. Canario jugó en su país en el Olaria y América de Río antes de dar el salto a Europa y no fue al Mundial de Suecia 1958 porque eligieron a Garrincha en su puesto.