Pepe Gálvez parece condenado a la interinidad. El técnico se sentará en el banquillo el domingo para dirigir al Real Mallorca contra el Valladolid. Pero lo que ocurra más allá de ese partido es un misterio. Maheta Molango trató ayer de respaldar públicamente a su entrenador, pero solo consiguió sembrar más dudas sobre su continuidad.

"Gálvez merece el máximo respeto porque cogió el barco cuando se hundía. Hay que darle herramientas para trabajar. Molango tiene el apoyo de los jugadores y mi compromiso de que no será despedido por mí. Es el entrenador", explicó durante la presentación de Adrián Colunga y Pol Roigé, los dos primeros fichajes del mercado de invierno.

Todo parecía claro, pero el consejero delegado acabó por alimentar las especulaciones negándose reiteradamente a ratificar al técnico hasta junio pese a la insistencia de los periodistas: "¿Hasta final de temporada? Es el entrenador y hay que respetarle. No nos metamos en un bucle", indicó.

"Me reúno con Gálvez en Granada y él sabe lo que pienso, y yo sé lo que piensa él. Eso es lo importante, hay un respeto máximo por parte de todos. Pero quiero recordar que tenemos una final el domingo y cada día nos distraemos más con estas cosas. Como no vayamos en la misma dirección...", alertó Molango.

Fernando Vázquez es el preferido por el Mallorca para relevar a Gálvez en caso de que sea destituido. "Aquí dejó un buen recuerdo. Le conozco, igual que conozco a muchos entrenadores. Pero aquí hay un técnico que se llama Gálvez y que es el entrenador del Mallorca", subrayó.

En todo caso, el técnico gallego también es pretendido por el Betis, conjunto de Primera División que acaba de despedir a Pepe Mel. Llorenç Serra Ferrer es el otro gran aspirante al banquillo verdiblanco.

La presentación de Colunga y Roigé contó con una ausencia significativa: Miquel Àngel Nadal. "El director deportivo sigue como cualquier empleado del club", zanjó el suizo.

Molango arrancó la presentación con un discurso crítico por la derrota del domingo en Córdoba pero en el que trató de infundir esperanza en el futuro. "Hay dos opciones: O flagelarse y deprimirse; o coger el toro por los cuernos y actuar. La llegada de Pol y Colunga demuestra que somos gente de acción y que no estoy aquí para perder el tiempo. Es el primer paso hacia el cambio", indicó.

Colunga, delantero de 32 años, lleva varios meses sin jugar después de haber rescindido su contrato con el Brighton en octubre. "Es normal que haya dudas", admitió el asturiano. "Llego libre y pido confianza en un sitio en el que pueda estar tranquilo con mi mujer y mi hija pequeña. Apareció la opción del Mallorca, junto con otras propuestas superiores. Pero en este momento necesito volver a sentirme futbolista. Hay veces que te tienes que reinventar, volver a empezar y tener confianza. Esta ha sido la primera vez en mi carrera que he sido completamente libre para elegir", aseguró el punta.

Pol Roigé, por su parte, es un extremo diestro de 21 años que espera no defraudar en su primera gran oportunidad profesional después de que el Mallorca lo fichara del Sabadell, equipo que milita en Segunda B: "Elegí el Mallorca porque es un club histórico, con un proyecto serio y con gente honesta. Vengo con muchas ganas de demostrar que puedo ser válido en Segunda".

Molango, que no quiso detallar la duración del contrato de los dos futbolistas, aseguró que después de su primera semana en el cargo y de ver el encuentro contra el Córdoba ha sacado cuatro conclusiones acerca del tipo de futbolistas que necesita la plantilla. "Queremos jugadores con compromiso; no gente que venga a jugar a golf o salir de fiesta. En segundo lugar, creo que nos falta velocidad; la realidad es que no tenemos. Tercero, faltan jugadores con descaro, que me levanten del asiento. Y finalmente nos falta gol. Y estos dos chicos tienen todo eso", indicó el consejero delegado señalando a Colunga y Roigé.

El máximo responsable del club pidió "crédito y confianza" para él mismo y para los jugadores. "No vienen a solucionar la papeleta", advirtió.