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Preferiría no hacerlo

Volver a empezar

Utz Claassen llevaba un año preparando al Mallorca para el cambio de rumbo que emprenderá el club desde hoy - La pelota está en el tejado de Robert Sarver

Utz Claassen gestiona mal sus silencios. O lo que es lo mismo, a veces calla cuando no debe y otras habla más de la cuenta. Tampoco es un experto en puestas en escena. La presentación de Robert Sarver en sociedad merecía algo más que un visto y no visto en el palco del Martínez Valero de Elche. El alemán podría haber maquillado algo su desconcertante iniciativa ofreciendo alguna explicación a los medios, pero ya hemos dicho que gestiona mal los silencios y prefirió marcharse del estadio dejando tras de sí un rastro de interrogantes. De acuerdo entonces en que fallan las formas. Sin embargo, el fondo del asunto admite pocos inconvenientes porque los veinte millones de euros que van asociados a Sarver abren múltiples posibilidades al Mallorca.

Cifras de escándalo

Claro que al final todo dependerá de quién gestionará esos recursos y en qué se gastarán. El pasado ha dejado una valiosa lección que conviene recordar: la deuda que casi aplastó al Mallorca se generó precisamente en los años en los que más ingresos recibía por traspasos y derechos de televisión. A corto plazo, la entidad balear se dotará de 1.954.000 euros para acudir al mercado de invierno. Es decir, cuatro fichajes de medio millón de euros cada uno. La dirección deportiva está en condiciones de hacer saltar la banca porque estas cifras son una barbaridad en Segunda División. Otra cosa es que Miquel Àngel Nadal esté más o menos acertado. El manacorí es tan irregular como el equipo, así que cabe desearle inspiración o que se alíe con la fortuna.

Suspicacias

Es demasiado tiempo sin que el Mallorca disfrute de una necesaria estabilidad institucional. Dos cambios de propiedad en un año suponen un trauma para cualquier sociedad, y solo el tiempo dirá si el desembarco de Robert Sarver es positivo. Es lógico que la repentina irrupción del dueño de un equipo de la NBA despierte suspicacias, pero ser el chico más popular no es garantía de éxito. Y si no que se lo digan a Llorenç Serra Ferrer. Inauguró su mandato con un apoyo prácticamente unánime y cuatro años después cerró una de las etapas más oscuras de la historia reciente de la institución bermellona.

Terreno abonado

A pocas horas de que se estampe la firma en la notaría, da la sensación de que Utz Claassen llevaba un año preparándose para este momento. De que cuando junto con su esposa Annette reunió más del 98 por ciento de las acciones ya pensaba en allanar el terreno para atraer a un accionista de referencia. El alemán ha puesto orden en los números y en los papeles, pero en estos doce meses no ha activado ninguna revolución. Ha sido un propietario muy intervencionista tanto en la parcela deportiva como en la de gestión, pero el organigrama ha permanencido casi inalterable y no ha llevado a cabo ninguna transformación de calado. Paradójicamente quizás pueda hacerlo ahora.

Los jugadores a lo suyo

Y a todo esto el Mallorca sigue a lo de siempre. Los cambios de año no obran milagros y el conjunto bermellón volvió a ser tremendamente inconstante y un chollo en ataque. Seguramente Sarver se replanteó su inversión después de ver la grosera primera parte de los rojillos. Más aún teniendo en cuenta que, según dicen, el estadounidense no está particularmente interesado en el fútbol. El cambio de cara en la segunda parte mejoró el panorama y el Mallorca rescató un punto, pero al equipo ya solo le alcanza para una digna permanencia. Habrá que ver qué ideas tiene la nueva propiedad con respecto a la continuidad de Pepe Gálvez y Miquel Àngel Nadal.

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