Utz Claassen descubrió ayer sus cartas por primera vez. Pese a que desde el primer momento ha negado que Robert Sarver, propietario de Phoenix Suns de la NBA, estuviera detrás de la ampliación de capital de 21 millones de euros, lo cierto es que el multimillonario norteamericano se dejó ver ayer junto al presidente y todavía máximo accionista del Mallorca en el palco del estadio Martínez Valero de Elche, donde presenció el empate de su equipo. Claassen se negó a entrar en detalles con este diario sobre la presencia de Sarver en Elche, y la justificó por "una relación de amistad".
Sarver, de 54 años, no es la primera vez que intenta hacerse con las riendas de un club de fútbol. Anteriormente fracasó, por diferentes circunstancias, con el Glasgow Rangers y el Levante. Junto a Sarver llegaría el exjugador de la NBA Steve Nash en calidad de accionista y asesor deportivo.
Si finalmente se produce el aterrizaje del propietario de los Phoenix Suns habrá que vér cómo queda la parcela deportiva, tanto en lo que se refiere a la dirección, en poder de Miquel Àngel Nadal, como al inquilino del banquillo. El empate de ayer en Elche da un poco de vida a Pepe Gálvez, que suma una sola victoria en cuatro partidos. La primera tarea de Sarver, o de Claassen -habrá que ver en qué condiciones llega el norteamericano, si finalmente lo hace- será la de reforzar el equipo, sobre todo en la parcela ofensiva, donde cuesta horrores marcar un gol, como lo atestiguan las catorce dianas que figuran en el casillero del equipo.
