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Análisis

Fichajes de verano que sirven en invierno

Cuando el propietario Utz Claassen sacaba pecho de los fichajes ofensivos del Mallorca durante el pasado verano se refería, en buena parte, a Coro, Acuña y Bianchi. No le ha podido salir peor la jugada al alemán, que ha asistido a casi una veintena de encuentros en el que los rojillos pecaban de una alarmante falta de pegada, más allá de los problemas en la zona de creación, aquella que sirve para desarbolar a las defensas rivales con un simple pase, si el que lo hace tiene talento, o a través del juego combinativo. El presidente creía que fichaba goles, pero en el fútbol ya hay demasiados ejemplos de que estas apuestas no siempre salen bien. De momento Bianchi ya empieza a agotar la paciencia de una afición, no dada a muchos homenajes, que le reclamaba sobre el césped cuando apenas había marcado un tanto en Bilbao. Ahora ya lleva dos, pero en el último partido del año fue abucheado por parte de la grada. El transalpino lo intenta, tiene buena actitud, faltaría más, pero se le ha fichado para marcar la diferencia con unos goles que no llegan. Tiene uno de los salarios más altos de la plantilla y eso debería notarse. Sin embargo, es injusto que solo se hable de Bianchi cuando se recuerda la falta de puntería de los bermellones.

Coro también llegó para ser un futbolista diferencial en esta plantilla. Llegó en baja forma porque apenas se había entrenado en pretemporada y, cuando ha tenido la oportunidad, no ha demostrado la calidad y experiencia que sí reflejó en Elche, Girona y Espanyol. El catalán, que también está en la parte alta de los salarios del grupo, tiene toda la segunda vuelta para reivindicarse en la isla. Es su obligación. Acuña se lesionó y no se le puede juzgar, pero es otro que debe dar un paso adelante. Son fichajes de verano que deben empezar a rendir en invierno.

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