Al final todo se quedó en un susto. Pero aquel 18 de marzo de 1984 pudo haber acabado en tragedia. El muro del foso del fondo sur del Lluís Sitjar se vino abajo durante el partido que el Mallorca disputaba contra el Valladolid. El campo estaba prácticamente lleno -aquella temporada, la del regreso del equipo a Primera, se alcanzaron los 18.500 socios- para presenciar un duelo que debía ser vital para la permanencia.

A diez minutos para el descanso, el irlandés Gerry Armstrong batió el guardameta pucelano, el argentino Fenoy, que ocupaba la portería del fondo sur. Los muchos aficionados que se encontraban en ese lado del campo festejaron, como no podía ser de otra manera, un gol que podía permitir salir de las plazas de descenso. Pero, en plena celebración, cedió la pared que separaba la General Sur del foso de protección. Una cincuentena de personas cayeron. Un silencio sepulcral se hizo en el estadio. El saldo fue de 40 heridos, y solo dos de ellos de pronóstico leve, que fueron hospitalizados pero sin mayores consecuencias. El fiscal denunció al Mallorca por imprudencia, pero después de la celebración de varios juicios, el club quedó absuelto de responsabilidad penal. La compañía de seguros que tenía suscrita el Mallorca se hacía cargo de las indemnizaciones a los accidentados. La caída del muro dio la vuelta a España y fue noticia en todos los medios de comunicación. El Mallorca pudo demostrar que el muro fue levantado en su día con toda la reglamentación pertinente.

Un clásico en las tertulias mallorquinistas Aquel partido no solo acabó mal en el aspecto extradeportivo, sino también en el deportivo. Da Silva empataría en la segunda parte después de tocar el balón con la mano sin que el colegiado, que expulsó a Zuviría y Estella, se diera cuenta. Lo cierto es que el equipo del francés Marcel Domingo, que había sustituido a Koldo Aguirre, solo consiguió tres victorias en toda la temporada y quince empates. Números de descenso. Una campaña para olvidar. Pero, visto lo visto, pudo haber sido peor.

La caída del muro ha quedado en la memoria de los mallorquinistas, sobre todo los que aquel día estaban en el campo. ¿Te acuerdas del día que cayó el muro? Todo un clásico en tertulias entre mallorquinistas. Y es que, aquel 18 de marzo, no fue un día más.