La temporada 2004/05 fue movida para el Mallorca. Con Luis Aragonés en el banquillo, se produjo el enfrentamiento con la figura del equipo, Samuel Etoo, en Zaragoza, y el propio técnico mantuvo un pique con Mateu Alemany por entender que el club puso trabas a su marcha a la Federación Española, que le quería como seleccionador. Pero, por encima de estos temas, uno de los sucesos que más se recuerdan fue el positivo por cocaína de Fernando Correa, un uruguayo que recaló en el Mallorca procendente del Atlético de Madrid. La pesadilla para Correa y el Mallorca comienza el 5 de mayo de 2004 cuando el jugador da positivo en un control antidopaje realizado el 31 de marzo después del encuentro entre Uruguay y Venezuela, correspondiente a las eliminatorias del Mundial 2006. El positivo sería en principio por una droga social. Al día siguiente, el contraanálisis al delantero del Mallorca confirma el positivo. Los rastros encontrados son de benzoil-ecgonina, un metabolito (producto simple y asimilable de la digestión de un alimento) derivado de la cocaína. La lógica invitaba a pensar que Correa había cometido la irregularidad con su selección, pero el presidente de la Federación de Uruguay se quitó de encima cualquier responsabilidad: "Esto se ha producido por una salida del jugador en Mallorca". Lo cierto es que nunca se supo. Y en realidad era lo de menos porque lo que contaba era la sanción que iba a recaer en el jugador. La FIFA le suspendió un año por consumo de cocaína el 17 de junio.

La respuesta del Mallorca con el jugador fue de diez. Mateu Alemany le renovó una temporada pese a que no podía jugar buena parte del curso. El 11 de noviembre el club y el jugador recibió la primera buena noticia en mucho tiempo. El Tribunal de Arbitraje Deportivo de la FIFA, reunido en La Haya, redujo en tres meses la sanción, por lo que su sanción finalizará el 31 de diciembre. "Cometí un error, y lo he pagado", admitó Correa el 8 de febrero de 2005. Cinco días después volvía a sentirse futbolista. Reaparecía tras nueve meses jugando veinte minutos ante el Albacete.