El mercado de invierno es la última bala que tiene el Real Mallorca para presentar candidatura al ascenso. El objetivo definido muy claramente durante la pretemporada está muy cerca de ser una quimera salvo que el club acierte en las incorporaciones a partir del 1 de enero.
Miquel Àngel Nadal y Gerardo Fuentes llevan semanas peinando el mercado en busca de futbolistas que den un salto de calidad a la plantilla y con el foco puesto sobre todo en la parcela atacante. Urge comprar gol y el futbolista que encabeza la lista de prioridades es Borja Viguera, delantero del Athletic de Bilbao que no entra en los planes de Ernesto Valverde. También gusta mucho Borja Mayoral, un joven atacante del Real Madrid que llegaría cedido hasta el final de la temporada.
El dinero no debería ser un problema. La ampliación de capital de casi 21 millones de euros que está en marcha permite al club el tope salarial en algo más de dos millones de euros. Una pequeña fortuna para los cánones de Segunda División.
Sin embargo, Nadal tiene prohibido fallar. El director deportivo tiene sobre la mesa varios informes de Fuentes, que lleva desde octubre -cuando fichó por la institución bermellona- haciendo trabajo de campo y viendo jugar en directo a posibles incorporaciones.
En el club se recuerda el éxito con el que se saldó el último mercado de invierno, cuando se unieron al Real Mallorca Xisco Jiménez, Joselu y Héctor Yuste. El mallorquín marcó los goles que garantizaron una permanencia sin apuros e hicieron soñar con el 'play-off'. Y el murciano alargó en verano su vinculación con la entidad después de desvincularse del Granada.
El de Albert Riera -incorporado en marzo- fue el único lunar de un periodo de fichajes muy provechoso. El manacorí debía ser un puntal del vestuario este curso, pero acabó fuera del grupo debido a su enfrentamiento con Miquel Soler.
La dirección deportiva confía en reforzar la plantilla con entre tres y cuatro futbolistas. Al margen de un delantero centro, el club pretende incorporar a un futbolista que juegue entre líneas y a un central.
El Mallorca tampoco quiere errar en las salidas. La llegada de futbolistas debe implicar la marcha de los jugadores con los que el cuerpo técnico no cuenta. Fofo, Truyols y Tobias, entre otros, podrían abandonar la institución, ya sea cedidos a otro club o desvinculándose de manera definitiva. Tampoco está nada clara la continuidad de Bianchi.
La entidad todavía no quiere tirar la toalla oficialmente en cuanto al objetivo de subir a Primera en el año del Centenario. "Paz, salud y quizás ascenso", deseó Utz Claassen el pasado miércoles, durante el brindis navideño con los futbolistas y la prensa.
Queda la esperanza de acertar en el mercado. Y eso significa fichar a un delantero que al menos alcance los números de Xisco, once tantos en cinco meses.
