Utz Claassen otorga un amplio margen de confianza a Pepe Gálvez y a Alfonso Pérez. La derrota sufrida el pasado sábado en Tenerife no ha menguado el crédito de los dos preparadores, que tendrán tiempo para mejorar el rendimiento de la plantilla y liderar una obligada remontada en la clasificación.
“Tengo una confianza absoluta en Gálvez. No he perdido ni un minuto de mi tiempo en pensar en contratar a otro entrenador”, aseguró ayer el presidente de la institución bermellona a DIARIO de MALLORCA. De este modo el actual cuerpo técnico, al que inicialmente se le concedió tres partidos de margen, ha superado su fase de interinidad.
Claassen considera que el equipo ha mejorado notablemente desde que el técnico calvianer relevó a Albert Ferrer el 30 de noviembre, remitiéndose a la contundente victoria contra el Albacete y a la buena imagen ofrecida el sábado en el Heliodoro Rodríguez López.
En esta coyuntura, ni siquiera una hipotética derrota el sábado en la visita del Girona a Son Moix debería implicar la destitución de Gálvez. El presidente considera que el equipo ha subido el listón y que acabará teniendo consecuencias en la clasificación.
El lastre del pasado
De hecho, fuentes del club consultadas por este diario subrayaron que los defectos que sigue arrastrando el Mallorca son fruto de la herencia recibida de la etapa de Ferrer. Y pusieron como ejemplo el bajón físico que sufrió el conjunto bermellón durante la última media hora del encuentro contra el Tenerife. Eso explicaría la derrota, sustanciada con dos goles en un minuto mediada la segunda parte.
En la entidad balear se considera que Chapi dejó un Mallorca muy poco trabajado en el apartado físico y también en cuanto a la estrategia. En diecisiete jornadas el conjunto bermellón no ha marcado ni un solo gol al lanzamiento de falta o de córner; ni siquiera ha creado verdadero peligro. Pero se tiene fe en un cuerpo técnico que, ahora sí, ha priorizado el trabajo a balón parado en los entrenamientos.
Asimismo, se valora que Gálvez haya ordenado un planteamiento mucho más ambicioso y atrevido que su predecesor en los dos partidos que ha dirigido desde el banquillo. En cambio, en la entidad sí le recriminaron el cambio de Damià por Sissoko recién iniciada la segunda parte. El mallorquín había sido el mejor futbolista del equipo y su salida del terreno de juego se tradujo en un bajón en el juego del conjunto bermellón.
Queda claro que Gálvez está convenciendo, aunque al final serán los resultados los que dicten sentencia sobre su permanencia en el banquillo rojillo. “Yo estoy bien, lo que me preocupa es el Mallorca”, afirmó lacónicamente el calvianer minutos después de encajar la dolorosa derrota de Tenerife. El preparador sabe que, aunque reciba inputs positivos de la entidad, seguirá convenciendo solo a base de victorias.
“Les puedo asegurar que no estamos buscando otro entrenador”, aseguró Miquel Àngel Nadal durante la presentación de un técnico que había aceptado su provisionalidad. Gálvez ha obtenido tres puntos de seis posibles, pero bajo sus órdenes el equipo ha experimentado un sustancial lavado de cara. Puede sonar a precipitado con apenas 180 minutos para llegar a conclusiones, pero este Mallorca tiene el sello de su nuevo entrenador. Por mucho que fuera el ayudante de Chapi, rompió a las primeras de cambio con el sistema de tres pivotes y un doble lateral en la derecha, para dejar claro que quería atacar y atacar.
Con mucho más atrevimiento que su antecesor y con una reconocible apuesta por la posesión de la pelota, su ambicioso plan le ha salido bien a medias, al menos en cuanto a resultados. Frente al Albacete los baleares cuajaron el primer encuentro redondo en lo que se lleva de curso, pero en el Heliodoro Rodríguez López el partido acabó en mazazo. Girona significará otra oportunidad para seguir consolidándose.
