La mañana de ayer, festiva y soleada, invitó a decenas de aficionados a acercarse a Son Bibiloni para presenciar la sesión del Real Mallorca. Pepe Gálvez ha vuelto a normalizar los entrenamientos a puerta abierta después de que Albert Ferrer cerrara casi todos al público y a los medios. La victoria ante el Albacete ha relajado el ambiente y los futbolistas se detuvieron a firmar autógrafos y se fotografiaron con los aficionados.