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El equipo

Entre el balón y los libros de texto

Timon Wellenreuther y Tobias Henneböle hablan de su adaptación a Mallorca y al fútbol español con la ayuda de Yayo Álvarez, su profesor de castellano - "La gente tiene que apoyarnos para lograr el objetivo, especialmente cuando ven que flojeamos", ruegan los alemanes

El fútbol y la vida se dan cita en las clases de Yayo Álvarez, profesor de lenguas y periodista musical. Este asturiano radicado en Mallorca desde hace años enseña castellano a Timon Wellenreuther y Tobias Henneböle, los dos futbolistas alemanes del Real Mallorca que viven su primera experiencia profesional fuera de su país.

Yayo es mundano y extrovertido, virtudes con las que consigue derribar la timidez de dos jugadores jóvenes y todavía un poco descolocados, aunque el profesor asegura que cuando cogen un poco de confianza son muy accesibles: "Timon es muy alemán, y tiene un humor seco muy divertido. En cambio Tobias es más extrovertido, a veces parece español".

Maestro y alumnos mantuvieron un encuentro con DIARIO de MALLORCA en el que charlaron sobre su adaptación a la isla, al fútbol español y el difícil arranque del equipo. La charla tuvo lugar antes de la destitución de Albert Ferrer y su relevo por Pepe Gálvez.

El aprendizaje de una nueva lengua resulta tan complicado como una Segunda División que ha sorprendido a los dos germanos. "Era muy difícil de imaginar cómo sería la categoría antes de venir, pero pensaba que iba a ver mucho más fútbol de combinación", apunta el guardameta. Tobias se expresa en la misma línea: "Tenía como referencia a la selección española y pensaba que iba a haber más juego con la pelota. Es verdad que así se juega en Primera. En cambio la Segunda es más física y por eso no es tan diferente de Alemania".

Los dos germanos están teniendo un protagonismo desigual en el equipo. El guardameta se ha adueñado de la portería, mientras que el centrocampista es un habitual de la grada. En clase es al revés. "Tobias va más avanzado porque daba clases de español en la escuela. Para Timon en cambio es una lengua totalmente nueva. Además, cada vez que le llaman de su selección se pasa diez días en Alemania concentrado y pierde muchas clases", explica Yayo.

"Según mi experiencia es muy difícil que aprendan español en un año. Para aprender cualquier lengua se necesita tiempo y ellos están concentrados en lo importante, que ahora mismo es el fútbol. En lo que más piensan es en poder jugar en Primera con el Mallorca", añade.

Tobias, más expresivo que su compatriota durante toda la charla, no disimula su incomodidad cuando se le pregunta por su poco protagonismo en el equipo pese a que hizo una pretemporada más que aceptable. "Es muy difícil responder a eso. Como profesional que soy por supuesto que me gustaría jugar más, pero es una cuestión del entrenador. Tengo que tener paciencia", valora el mediocentro.

Timon, en cambio, sí está sacando provecho de su experiencia en España, y desliza que está dispuesto a prolongar su estancia en el Mallorca más allá de esta temporada incluso aunque no se logre el ascenso. "No es mi decisión, es del Mallorca. Si el club cuenta conmigo y quiere que continúe otra temporada, lo haré, aunque sigamos en Segunda", desvela.

El meta ha mantenido a flote al Mallorca con grandes intervenciones, pero asegura que hasta la fecha no ha tenido ningún contacto con el Schalke 04, club al que pertenece.

El conjunto bermellón se ha dejado muchos puntos por el camino tras un mal inicio de temporada, pero ninguno de ellos quiere oír hablar de tirar la toalla. "Claro que todavía es posible ascender", dicen al unísono.

"Es normal que nos costara arrancar. Éramos quince jugadores nuevos, todos teníamos que conocernos, aprender las rutinas y los mecanismos... Pero notamos una clara progresión cada semana en los partidos y en los entrenamientos. Es lógico que haya impaciencia porque se viene de años muy malos, pero se está avanzando en la dirección correcta", afirma el guardameta.

"Hemos demostrado que podemos dominar los encuentros, aunque tenemos que ser más eficientes de cara a puerta. No valen los discursos, pero es una realidad que el equipo crece cada jornada", valora el centrocampista.

Cuenta Yayo que los jugadores compiten incluso cuando están en sus clases. "Cuando hacemos ejercicios de gramática rivalizan por ver quién de los dos es mejor. En la parte oral es otra cosa porque Timon todavía no se suelta, pero entiende todo lo que le dice el entrenador. Al principio le saqué de internet todo el vocabulario futbolístico con palabras como 'disparo', 'parada', 'atajar' o 'pierna'", relata el profesor.

Los dos alemanes aprecian la dieta mallorquina, pero se declaran "alucinados" por lo mucho que, a su juicio, duran las comidas. Valoran el "carácter abierto" de los mallorquines -Timon opone que hablan "demasiado"- y Tobias afirma que, siguiendo el ejemplo de muchos de sus compatriotas, ya planea comprar una casa en Mallorca dentro de unos años.

Su vida en la isla no difiere mucho de la de los futbolistas españoles y la 'Play Station' forma parte de su día a día, junto con los entrenamientos. Tobias quiere matizar que él también saca tiempo para "salir de excursión y descubrir rincones de la isla".

En suma, llevan una vida tranquila, muy distinta de la de sus compatriotas cuando vienen de turismo. "Llevan una vida muy sana. No beben", asegura Yayo. "Un día le ofrecí un caramelo para la garganta a Tobias y no lo quiso por si era 'doping'", cuenta el profesor todavía asombrado.

Volviendo al capítulo deportivo, el guardameta explica que lo que más le sorprendió del fútbol español fue el tamaño de los jugadores: "Son más pequeños y menos corpulentos que en Alemania". Tobias, con su 1'92 de estatura, está de acuerdo, y añade que le chocó el poco peso que tiene lo físico en los entrenamientos. "En Alemania casi todo es físico. Aquí en cambio el tiempo que pasas en el gimnasio es decisión del futbolista", afirma.

La charla finaliza con los dos jugadores lanzando un ruego al mallorquinismo: "La gente tiene que venir y apoyarnos para conseguir el objetivo. Más cuando ven peor al equipo y nos ven flojear. Es en esos momentos cuando nos tienen que subir arriba. Estamos muy implicados y somos los primeros que nos enfadamos cuando perdemos".

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