Albert Ferrer fue destituido el lunes por la noche, pero solo 24 horas antes Utz Claassen estaba dispuesto a darle una última oportunidad. El alemán había dado más o menos por supuesto que el equipo perdería el sábado en Mendizorroza, así que el resultado no fue ninguna sorpresa. Y al menos uno de sus colaboradores le aconsejó que mantuviera a Chapi en el cargo argumentando que, pese a la derrota, el equipo había ofrecido una gran imagen. Pero las críticas arreciaban en las redes sociales. Y aunque el Mallorca había mantenido el tipo, el equipo no había sido todo lo ofensivo que Claassen había demandado a Ferrer días atrás. El alemán empezó a tener claro el relevo en el banquillo el lunes por la mañana, cuando un trabajador del club le enseñó más de sesenta mensajes llegados al Facebook de la entidad balear, todos ellos con duras críticas -algunas despiadadas- contra la labor de Ferrer-. El presidente supo entonces que si no actuaba, esos ataques se volverían de inmediato contra él. La sentencia del Chapi llegó horas más tarde, cuando en la reunión que mantuvo con el presidente en Son Bibiloni se mostró reacio a asumir las tesis del alemán de construir un equipo mucho más atrevido. Y Pepe Gálvez, que llevaba tiempo en la recámara, pronunció un sí sin reservas.
Todo a favor de Gálvez
El técnico tuvo un debut doblemente feliz porque el Mallorca ganó proponiendo un fútbol ofensivo. Era muy importante el qué, pero también el cómo, así que hay que felicitar a Gálvez por haber transformado en tiempo récord a un equipo que se estaba quedando sin constantes vitales. Es un alivio haberse librado de la retahíla de excusas del Chapi después de los partidos, pero sería deseable atajar ese irritante triunfalismo que surge en el entorno con cada victoria. Ganar a un Albacete inerte no justifica hacer la ola, salvo que el mallorquinismo haya decidido tomárselo todo a cachondeo. Al entrenador le avala el resultado y la imagen ofrecida, y ha dado un paso decisivo para salir de la interinidad. Pero cuatro triunfos no dan para sacar pecho.
¿Dónde está la Federació de penyes?
El Real Mallorca debería evitarse ciertas imágenes grotescas, como las de trabajadores del club repartiendo tacos de invitaciones para llenar la grada provisional minutos antes del partido. Claro que las cosas habrían sido más fáciles si la Federació de Penyes de Rosa Planas hubiera prestado su colaboración para asignar los 1.500 asientos que tiene la instalación. Seguro que la falta de entusiasmo de la presidenta tiene una explicación. En cualquier caso, la grada provisional es un acierto. Lo es cualquier iniciativa que permita burlar a la pista de atletismo.
Crisis del periodismo
El mismo día en que el Real Madrid era objeto de todo tipo de burlas -más que justificadas- por su alineación indebida en la Copa del Rey, Mascherano pactaba un año de cárcel por haber evadido 1,5 millones de euros a Hacienda. Eso le convierte oficialmente en un delincuente, aunque quienes han cambiado el periodismo por el forofismo lo obvien.
Compromisos de quita y pon
La reforma del campo de fútbol de la Antoniana en 2016 pende de un hilo pese a que era un compromiso del alcalde José Hila. Fue bonito el desfile de candidatos a la alcaldía por el Camp Redó antes de las elecciones municipales prometiendo una rehabilitación inaplazable. Al parecer ahora no hay dinero para el único campo de fútbol de la isla que acoge partidos oficiales sobre tierra. En campaña electoral los números siempre salen, pero cuando se asume la vara de mando todo son trabas.
