Pepe Gálvez afronta esta tarde la primera de las tres bolas de partido que tiene para superar su interinidad y afianzarse en el banquillo del Real Mallorca. Albacete, Tenerife y Girona son los obstáculos que debe superar para ganarse la confianza del club y de una dirección deportiva que por ahora no se compromete a dar más margen al calvianer.

El preparador bermellón sabe que tiene fecha de caducidad y por eso restá obligado a romper con el pasado que representa Albert Ferrer sin dilación. Al menos eso es lo que deslizó en el pasado viernes. De este modo, el Mallorca que se mida esta tarde al Albacete debería ser el más ambicioso y ofensivo de la temporada.

Los resultados dejaron a Ferrer al borde del abismo, pero lo que precipitó el lunes su destiución fue su resistencia a diseñar un equipo notoriamente ofensivo y protagonista absoluto con la pelota. Por eso el palco va a estar muy pendiente del comportamiento del conjunto bermellón. Queda totalmente prohibido especular o desentenderse del esférico.

Gálvez empezó la transformación del equipo ayer, cuando decidió una convocatoria poblada de hombres de ataque. Biel Company, lateral diestro de corte defensivo se quedó sin sitio pese a que tenía el alta médica desde hacía días. En cambio entró Fofo, un futbolista absolutamente marginado por Ferrer.

El esperado regreso de Brandon

Bianchi y Brandon se perfilan como los dos hombres más adelantados de la formación bermellona. El regreso del canterano es la mejor noticia de la previa para Gálvez, consciente de que es el único jugador de la plantilla con capacidad para desequilibrar un partido. También lo recibirá con los brazos abiertos el italiano, desesperado sin nadie con el que asociarse en la delantera.

Lo normal es que Moutinho y Pereira sigan teniendo protagonismo, lo que deja sin opciones a un Javi Ros que previsiblemente verá el inicio del partido en el banquillo. También hay dudas atrás; Truyols y Kasim pugnan po relevar al sancionado Aveldaño en el centro de la zaga.

El Albacete espera aprovechar la inestabilidad que domina Son Moix para pescar su primera a domicilio de la temporada. El conjunto manchego es, junto con el Mallorca, uno de los pocos equipos de la categoría que no saben ganar como visitantes.

Gálvez espera a un Albacete dinámico y con llegada. Pero está obligado a aprobar su primer examen y sacar al grupo bermellón del bochornoso descenso