La primera tarea ineludible de Gálvez, más allá de dibujar un nuevo dibujo táctico que acabe con la sequía goleadora del Mallorca, es convencer a los jugadores de que no son una banda y que pueden ganarle a cualquiera en esta mediocre Segunda y que el objetivo de llegar a los puestos de privilegio que clasifican para el ascenso o la promoción están al alcance de la mano si esta plantilla quiere. No vale deambular por la Liga Adelante, conformarse con mantener la categoría. Viene ello a cuento porque Oriol acaba de despacharse con unas declaraciones, se supone que sinceras, en las que sentencia que el Mallorca actual no aspira a llegar más arriba de la media tabla si no hay incorporaciones en el mercado de enero. Una opinión desmotivadora para el resto de jugadores, en especial para los que no han tenido oportunidades o no juegan, y que abonan un pesimismo fatal. La historia del fútbol está llena de equipos que rinden por encima de sus posibilidades y el Mallorca ha sido hasta hace poco un ejemplo de ello, especialmente en épocas añoradas como las de Héctor Cúper en Primera.
Cambio. A Gálvez le toca revertir esta negativa opinión de un jugador de su plantilla -esperemos que solo uno- si no quiere que su historia en este club se quede en apenas tres partidos. El Mallorca no es peor que más de la mitad de los equipos que están por encima en la clasificación y esta teoría solo es demostrable si los jugadores que saltan al campo tienen el convencimiento de ello. Gálvez puede que no sea mejor entrenador que Albert Ferrer, pero sí ha de ser mejor líder que el catalán, que no reaccionó al ver las escasas prestaciones de un equipo que, según él, jugaba muy bien pero no lograba resultados, algo imperdonable en el fútbol. El calvianer ha de motivar a este grupo, hacerle creer en sus posibilidades. Enrabietarlo con declaraciones como las del albaceteño Pulido que despreció el juego de los rojillos comparándolo con el que hace su equipo: "El Mallorca sólo es pelotazo arriba y que Bianchi se pegue con todos".
Gálvez solo tiene de momento los tópicos a su favor: "Entrenador nuevo, victoria segura".
