Mucho antes que el actual Son Moix, y también del añorado Lluís Sitjar, el Mallorca disputaba sus partidos en el estadio del Bons Aires, la primera casa del Alfonso XIII y a partir de 1931 del Real Mallorca hasta 1944. Solo los más veteranos se acuerdan de un estadio que estaba ubicado en la calle General Riera de Palma, junto a la Hípica y el cuartel de la Guardia Civil -ahora hay edificios- y en donde el club dio los primeros pasos.

El primer partido oficial. El 25 de marzo de 1916, veinte días después de la fundación del club, el Alfonso XIII disputó su primer partido oficial en Bons Aires. El rival, el equipo reserva del Barcelona, que se convertiría así en el primer contrincante en la historia del club. Con una recaudación de 800 pesetas de la época -cinco euros-, como refleja la Història del RCD Mallorca, de Miquel Vidal y Jordi Vidal, el resultado fue de 0-5 para los catalanes. El Alfonso XIII jugó aquel primer partido con Ferrà, Ballester, Parpal, Calafell, Llauger, B. Janer, Vidal, Quint, Ramis, Ferrer y Llabrés. Al partido asistieron las principales autoridades de Mallorca, mientras que el rector de Sant Miquel Pasblo Mir bendijo el campo. Las medidas del terreno de juego eran de 96 metros de largo por 64 de ancho (el actual Son Moix tiene 107x69) a partir de 1923, cuando se ganaron quince metros en los terrenos que lindaban con la Hípica y los mismos hacia la Acequia de la Villa. Estas generosas medidas del terreno de juego convirtieron al Bons Aires en uno de los mayores de España.

Ampliación. Cuatro años después de la celebración del primer partido, en 1920 se construyó una tribuna de preferencia de 80 metros de longitud, "de cemento armado con asientos muy cómodos para aquella época", como se describe en Historia del Real Mallorca, deTomeu Maura y Jaume Martí. Las mejoras no se quedaron ahí porque, bajo la supervisión del arquitecto Carlos Garau, se habilitaron vestuarios para los árbitros, los equipos filiales y el césped del terreno de juego. Además, se derribaron dos pequeñas tribunas laterales de la parte de Preferencia, lo que posibilitó el aumento del número de palcos.

En junio de 1925, en un partido del Alfonso XIII con la Escuadra Inglesa, se inauguró la nueva tribuna, con el apoyo económico de Antoni Moner, la persona que sustituyó a Adolfo Vázquez, primer presidente de la entidad, y de Lluís Sitjar, que también accedería a la presidencia y que se dio su nombre al nuevo estadio.

Cierre del estadio. La Guerra Civil obligó a cerrar el estadio en 1936. Y no fue hasta el 22 de junio de 1939 cuando reabrió sus puertas, con un partido entre un combinado mallorquinista y la Real Marina Italiana. En la temporada 1943-44, con motivo del ascenso del Mallorca a Segunda División, se plantea la construcción de un nuevo campo de fútbol. Para ello se compraron los terrenos de Es Fortí, cercano al velódromo del Tirador. En 1945 se inauguraba el Lluís Sitjar. El Bons Aires, la primera casa del Mallorca, es historia. Historia viva de la entidad centenaria.