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El equipo

Un Mallorca sin 'cerebro' y sin rematador

El Alavés desarma fácilmente a un conjunto bermellón en el que nadie asumió el liderazgo en el medio y en la delantera

Damià Sabater conduce la pelota ayer en Vitoria. lof

El Real Mallorca que jugó -y perdió- en Vitoria fue un equipo desarmado y sin rumbo, dimitido del centro del campo hacia adelante. No hubo gol, pero esta vez tampoco apareció ningún futbolista que asumiera el mando. Albert Ferrer dejó a Javi Ros en el banquillo -un serio toque de atención por sus pobres actuaciones- y dio el timón a Damià Sabater. Sin embargo, el canterano estuvo superado por las circunstancias.

El Mallorca lamentó en Mendizorroza la ausencia de un 'cerebro' que ordenara el juego bermellón y moviera la pelota con criterio. Damià apenas tuvo libertad de movimientos, enredado en la maraña de futbolistas que se amontonaban en el centro del campo alavesista. Y tampoco fueron de ninguna ayuda Yuste y Sissoko, completamente desdibujados en Mendizorroza.

El partido de los bermellones fue un derroche de impotencia ante un Alavés que se adelantó a los quince minutos en el marcador. Los locales vivieron una noche relativamente tranquila, sin que el grupo de Ferrer achuchara en busca del empate. Todo fue más difícil para el Mallorca sin nadie que asumiera el mando de las operaciones.

Hubo una mejoría en la segunda parte, cuando James entró por Sissoko. El canterano se fue a la banda izquierda, Moutinho se quedó en la derecha y Pereira se dejó caer al centro. El cambio dio más vigor al ataque mallorquinista, pero James desperdició dos buenas asistencias del francés.

Ros tuvo su oportunidad a 25 minutos del final, pero el navarro naufragó. El Mallorca jugaba a arreones, carente de un líder dentro del terreno de juego y en el banquillo.

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