A la octava tiene que ser la vencida, deben pensar en el Mallorca. El equipo rojillo persigue esta tarde en Mendizorroza su primera victoria a domicilio de la temporada y desengancharse de los conjuntos que, como el Mallorca, todavía no saben lo que es ganar fuera. Leganés, Albacete, y los que junto al equipo de Ferrer ocupan plaza de descenso, Bilbao Athletic, Llagostera y Almería, empatan o pierden sus partidos cuando juegan lejos de su estadio.
El Mallorca ha elegido un mal lugar para romper este maleficio porque visita a un rival corajudo, con el sello Bordalás, que es sinónimo de juego duro, al límite, y que se traduce en expulsiones. En la mitad de los partidos que ha disputado el conjunto vitoriano se ha quedado en inferioridad numérica. Pese a ese dato negativo, el Alavés ocupa una meritoria tercera plaza, a un punto de plaza de ascenso directo y con unos números que le convierten en indiscutible favorito para el partido de esta noche.
Las tres únicas victorias del Mallorca se han producido en el Iberostar Estadio, y todos por la mínima. Todo el botín que los hombres de Ferrer han conseguido fuera se traduce en tres empates, a cero en Leganés, a uno en Oviedo y a dos en Mirandés. Curiosamente, en Anduva ha sido el único partido en el que el Mallorca ha sido capaz de marcar dos goles, que llegaron después de que marcara los suyos el equipo de Miranda de Ebro. En el resto de partidos, tanto en casa como fuera, los rojillos se han quedado en blanco o, como máximo, ha marcado un gol. De ahí que, con nueve goles, sea el equipo menos goleador de la categoría, solo por encima del filial del Athletic, con una diana menos.
Pese a que todavía no conoce la victoria lejos de Palma, los mejores partidos los ha disputado el equipo cuando ha tenido que tomar el avión. Salvo en el debut en Alcorcón, en el peor partido del curso -y ha habido unos cuantos-, en San Mamés la derrota por 3-1 resultó exagerada; en Tarragana no fue peor que el Nàstic (1-0) y pudo obtener mayor botín en Oviedo (1-1).
De los siete partidos que ha disputado en Alavés ante su afición, ha ganado cuatro, empatado dos y perdido solo uno, ante el Mirandés en la cuarta jornada (2-3), allá por el mes de septiembre, por lo que ha llovido. Sus dos empates han sido ante el Leganés y Albacete. Por lo tanto, y pese a las bajas -el Mallorca también las tiene-, el Alavés se presenta como un rival duro de pelar. Los hombres de Ferrer tendrán que jugar al máximo de sus posibilidades para romper el gafe.
