Por las palabras de Claassen, Ferrer se juega su continuidad en las próximas cinco jornadas, antes de Navidad. Por lo tanto, continúa el riesgo para el entrenador catalán de no comerse el turrón en el Mallorca. La visita del presidente ayer a Son Bibiloni, sea o no cierto que haya sido a petición de Chapi, fue de cara a la galería. Al final son los resultados los que dictan sentencia y los que determinarán el futuro del entrenador. Pasa en todos lados, y aquí no va a ser una excepción.
La confianza del alemán en la plantilla es con matices, como no puede ser de otra manera estando el equipo en zona de descenso. De lo contrario no se entiende que diga una cosa y haga la contraria, expresar públicamente que llegarán tres o cuatro refuerzos para salir del pozo. Lo importante ahora es no equivocarse otra vez en la elección de los delanteros. Mayoral, jugador del Real Madrid que apenas ha jugado tres minutos esta temporada en el primer equipo, es el objetivo número uno y el que debería subsanar las graves carencias en ataque. Nadal y su equipo tienen claro que es la posición a reforzar para intentar levantar el vuelo. El tiempo es el mejor aliado. En un mes puede ser demasiado tarde si el equipo no da la cara en los próximos partidos. Ferrer necesita urgentemente una victoria que alivie su delicada situación.
