Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Liga Adelante

Son Moix para capear otra crisis

El Mallorca se agarra a sus dignos números como local y confía en un triunfo mañana ante el Lugo que calme los ánimos

Sissoko celebra con Albert Ferrer el gol que le marcó a la Llagostera en Son Moix. Tooru Shimada

El Real Mallorca se está comportando como un equipo profundamente irregular, pero en Son Moix mantiene una dinámica más o menos constante. A eso se aferra un vestuario que necesita mañana de una victoria contra el Lugo con la que esquivar un crisis deportiva que podría llevarse por delante a Albert Ferrer.

No hay tregua para una plantilla que suma una decepción detrás de otra y que después de trece jornadas ocupa plazas de descenso. La visita a Pamplona, saldada con derrota, supuso un nuevo golpe de realidad y obliga a sumar los tres puntos ante un Lugo que lejos del Anxo Carro baja mucho su rendimiento.

El Mallorca contabiliza once de los dieciocho puntos que ha disputado en Son Moix, lo que le señala como un equipo fiable en casa, aunque ni mucho menos invulnerable. Una única derrota ante el Huesca y dos empates -Numancia y Zaragoza- emborronan un historial como local en el que los bermellones se han apuntado victorias ante la Ponferradina, Llagostera y Almería, todas ellas por un escueto 1-0 en el marcador.

Jugar en Palma debe servir para pasar página y tratar de marcar un nuevo punto de inflexión que, esta vez sí, catapulte al conjunto de Ferrer a la parte alta de la clasificación. Y de paso salve a un técnico que de nuevo afronta un partido a cara de perro; una hipotética derrota podría costarle el cargo.

Lo que más tiene que temer el Mallorca de su rival son los exbermellones Pau Cendrós y Joselu, dos futbolistas que sufrieron una salida amarga de la entidad balear el pasado verano y que regresan a la isla con ganas de reivindicarse. El mallorquín partirá como titular y el andaluz esperará una oportunidad desde el banquillo.

Descenso contra promoción

Por lo demás, el conjunto gallego se desdibuja lejos de su feudo, donde ha sumado seis de los dieciocho puntos que ha disputado. Ha concedido mucho menos como local, lo que ha valido al conjunto de Luis Milla para ocupar la sexta plaza.

De hecho, los lucenses son ahora mismo la referencia que marca la promoción de ascenso, y solo seis puntos le separan del grupo rojillo, que señala la zona de descenso. Circunstancias de una tabla muy apretada y que presagia una competición extraordinariamente igualada.

La grada será un arma de doble filo para los hombres de Ferrer, que en las primeras jornadas llegaron a sentirse más cómodos jugando lejos de su afición. El mallorquinismo tiene el depósito de la paciencia agotado y previsiblemente castigará severamente cualquier resultado que no sea una victoria.

El vestuario rojillo vive frustrado por habitar en el furgón de cola de la clasificación pese a mostrarse superior a sus rivales en muchas fases de los partidos. La incapacidad para perforar la portería rival está saliendo muy cara a un equipo al que se le agota el crédito.

Compartir el artículo

stats