El Iberostar Estadio va a ser mañana el escenario de un partido entre dos equipos que están teniendo una tendencia al alza, aunque en el caso del Zaragoza la escalada es mucho más exagerada. Todo lo que no sea un empate va a romper la racha sin perder del Mallorca y de los maños, que hace poco más de un mes estaban atravesando dificultades parecidas y que ahora respiran mucho mejor. Si los bermellones acumulan cinco encuentros sin doblar la rodilla, con tres empates y dos victorias, los aragoneses ya presumen de seis, aunque con un balance de puntos mucho mayor porque han ganado cuatro partidos y han empatado dos.
La jornada clave para ambos conjuntos se produjo en la sexta jornada, aunque por distintos motivos. El Mallorca tocó fondo. Cayó en un esperpéntico encuentro ante el Huesca en Son Moix (0-1) y el asiento de Albert Ferrer en el banquillo se quedó temblando. El equipo ocupaba la plaza de colista, por méritos propios, después de cuatro derrotas, un empate y un solo triunfo. Y justo cuando Chapi estaba contra las cuerdas sus pupilos empezaron a responder. Apostó por un cambio en el dibujo táctico, con un trivote, que mejoró sensiblemente su imagen en Oviedo (1-1).
Con Yuste, Sissoko y Javi Ros, más Campabadal como extremo, el Mallorca se mostró más sólido en tareas defensivas y con algo más de llegada al área rival. Desde entonces siempre ha rascado algo positivo en sus encuentros, lo que algunos llaman ‘la media inglesa’. Esto se traduce en que ha ganado los dos duelos disputados en la isla, ante el Llagostera (1-0) y Almería (1-0), y ha empatado en el Carlos Tartiere (1-1), en Anduva ante el Mirandés (2-2) y en Butarque frente al Leganés (0-0). Es evidente que en unos partidos ha desplegado un mejor juego que en otros, pero al menos ha conseguido frenar la sangría de goles encajados de otros cursos, sobre todo en casa, y no ha perdido ningún encuentro. Eso le ha valido para salir del descenso y acercarse a los puestos de promoción, ahora solo a tres puntos, aunque sigue en la parte baja.
Sin embargo, ya le hubiera gustado al mallorquinismo protagonizar la espectacular escalada en la clasificación del Zaragoza. El técnico Ranko Popovic, también en esa sexta jornada, cambió el sistema y a algunos de los titulares con éxito en el Anxo Carro (0-0). Y seis encuentros después ha pasado de ocupar la decimosexta plaza a la tercera, con la mirada fijada en el ascenso directo, a solo un punto. Pasó de un 4-2-3-1 a un 4-3-3 y le concedió protagonismo a Diamanka, Erik Morán y el delantero Ortuño, que ha marcado cuatro goles desde entonces. Es el conjunto menos goleado de la categoría con siete, solo uno de ellos en el último mes y medio.
Venció al Alavés (1-0), Albacete (1-3), Tenerife (2-0) y Elche (2-0) y empató en Lugo (0-0) y Girona (0-0), unos números que explican la ilusión que ahora se respira en La Romareda. El Zaragoza se caracteriza por apenas dejar que el rival genere ocasiones, justo el gran problema que tiene el Mallorca. Y su nivel de efectividad es elevado. Quizá mañana será otra historia, pero lo que es seguro es que el duelo de rachas está servido.
